Desastre consumado

El desastre se consumó. De nada vale ya que Àlex Corretja y Joan Balcells jugaran ayer uno de sus mejores partidos y mantuvieran viva la ilusión hasta el desempate de la cuarta y última manga. Paul Haarhuis y Sjeng Schalken ganaron el punto del doble por 4-6, 6-3, 7-6 (7-3) y 7-6 (12-10), pusieron el 3-0 en el casillero de Holanda y colocaron a su país en los cuartos de final de la Copa Davis. España, en cambio, quedó relegada a luchar en septiembre por su permanencia en el Grupo Mundial frente a un rival todavía desconocido que saldrá de las fases zonales, pero que puede convertirse en una complicación: entre los candidatos están el Reino Unido, Italia, Austria, Zimbabue, Argentina y Chile. España es el cuarto campeón que pierde en su primera defensa del título desde 1972, cuando se anuló el challenge round: Suecia (1976 y 1999), Estados Unidos (1983 y 1993) y Francia (1997). Francia y Suecia (1999) incluso acabaron descendiendo de categoría.

La decepción quedó reflejada en el equipo español en el momento en el que la última volea de Corretja salió fuera por pelos. La esperanza de iniciar una remontada histórica había permanecido viva hasta entonces. Sin embargo, cuando los holandeses pudieron levantar los brazos, la sensación de impotencia española adquirió toda su fuerza.

'Claro que estamos decepcionados', reconoció Jordi Arrese, el capitán español; 'pero también podemos sacar una lectura positiva de lo que ha ocurrido en Eindhoven. Nuestros jugadores han estado a un buen nivel. Pudimos ganar el partido de [Juan Carlos] Ferrero y el doble de hoy. Y eso es importante'.

A pesar de la derrota, España ha dado un salto adelante sobre las pistas duras y cubiertas. 'Cuando jugamos contra Suecia, en Estocolmo, en 1998, no tuvimos ninguna opción a pesar de que [Carlos] Moyà y yo mismo estábamos a un nivel enorme. Aquí, en cambio, las hemos tenido', analizó Corretja. Es cierto. Como también lo es que el doble compuesto por Balcells y él va adquiriendo credibilidad a cada partido que juega. Aquí ha pasado con nota su primer examen en una superficie dura. Hasta ahora había jugado sólo sobre la tierra batida.

'Lo malo', agregó Balcells, 'es que, pese a haber estado muy bien, una sola rotura del saque les ha bastado [a los holandeses] para ganarnos'.

El nivel desplegado por los dos equipos fue espectacular. Y el alto número de aciertos quedó patente en el desempate de la cuarta manga. Los españoles remontaron un momento de duda y lo forzaron para llegar a disponer de tres bolas de set. Perdieron en el tercer match-ball de sus rivales, pero tras haber dejado constancia de su clase con varios passings de Corretja electrizantes y unos smashs de Balcells que partieron la pelota.

Corretja cedió 14 puntos con su saque en todo el partido. Y sólo hubo dos roturas, una por bando. Los españoles sacaron y restaron muy bien. Sin embargo, Haarhuis fue el que decidió el choque. Perdió una vez su saque en el primer juego, pero compensó aquel error con una eficacia increíble en el saque, el resto y la red.

Perder por 3-0 resulta siempre amargo, pero esta vez, al menos, la derrota llegó tras un partido memorable.