_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Y subió a los cielos

Aznar, cumpliendo su deseo manifestado en Galicia, descendió a la tierra el miércoles pasado, aterrizando en el banco azul del Congreso de los Diputados para controlar a la oposición y pedirle si había hecho bien los deberes. (Es sabido que los miércoles, en la Cámara Baja, se celebra sesión de control del Gobierno por parte de la oposición. Es una práctica democrática muy saludable de los regímenes parlamentarios. Pero eso al señor Aznar no le gusta demasiado. Y en lugar de someterse a las preguntas de la oposición sobre la política del Gobierno, es él quien le pregunta a la oposición sobre las medidas y programas que tiene para resolver los problemas de España. 'A ver, señor Zapatero, ¿qué medidas y proyectos tiene usted que ofrecernos para solucionar el problema ése de las vacas locas? ¿O del Plan Hidrológico?'. Naturalmente, la sesión se convierte en una especie de circo).

Al día siguiente del descenso de Aznar a la tierra en el banco azul del Congreso, el presidente del País Valenciano, el Molt Honorable señor Zaplana, ascendía a los cielos desde los salones del Hotel Palace madrileño. Ya lo dice el refrán : 'De Madrid al cielo'. Y así fue. El señor Zaplana había acudido al famoso hotel a presentar un librito suyo titulado El acierto de España. Se trataba de un proyecto sobre la financiación de las Comunidades Autónomas. Fue todo un éxito. Nunca hubiese imaginado este cristiano que les escribe que eso de la financiación de las Comunidades Autonómicas podía concitar tanto interés. ¡Hasta el arzobispo de Valencia, monseñor Garcia-Gasco, se mostró interesado por esta cuestión, por otra parte, tan farragosa y complicada! Tanto, que no dudó en viajar expresamente a Madrid para enterarse de la cosa. Hace unas semanas, en la Universitat de València se celebró el 500 aniversario de su fundación por el papa Alejandro VI. También monseñor Garcia-Gasco fue invitado al solemne acto. Y no necesitaba desplazarse 350 kilómetros. Tan sólo salir de palacio, dando un paseo, ya que el día era bueno -plaza la Reina-calle la Paz- calle Comedias-calle la Nave y, ¡zas!, ya estaba en la Universitat y su paraninfo. No quiso asistir. Y eso que se trataba de un acto cuyo protagonismo lo había tenido un colega suyo, un hermano en la fe, como el papa Alejandro VI. Por lo visto, eso de la financiación autonómica debe tener más importancia para la salvación de las almas que el pastor Garcia-Gasco tiene a su cuidado. Nunca se sabe. En todo caso, la presentación del libro de nuestro presidente Zaplana fué un verdadero éxito. Allí estaba el 'todo Madrid'. Hacía mucho tiempo que no se conocía nada igual, según cuentan los cronicones de la Corte, en orden a la capacidad de convocatoria. El presidente Zaplana, sin duda, subió a los cielos desde los salones del Palace en olor de multitud. Es decir, a la gloria. Para mí, sin embargo, entre todo el poderío mediático, político, empresarial y financiero que acudió al evento me quedó, como significativo en grado sumo, la presencia de doña Ana Botella, esposa del presidente Aznar. Con el respaldo del señor arzobispo de Valencia y de doña Ana Botella, la propuesta sobre financiación autonómica presentada por el presidente Zaplana en su librito tiene el éxito asegurado. ¡Celebremos el éxito como se merece!

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_