Piqué ataca a Londres porque Gibraltar 'es un lastre' insoportable

La buena sintonía entre los Gobiernos de José María Aznar y Tony Blair encaró ayer un futuro incierto. El ministro de Exteriores, Josep Piqué, formalizó en el Senado la crítica más dura al Reino Unido desde que el PP gobierna en España. Piqué denunció la opacidad financiera de Gibraltar y su 'economía parasitaria, que, lejos de producir, vive de España'. El ministro consideró que el 'anacronismo colonial' de Gibraltar se ha convertido en 'un lastre difícil de soportar' para el desarrollo de las relaciones hispano-británicas.

Como primera medida, Piqué anunció ayer en el Senado que el Gobierno español rechazará las propuestas gibraltareñas en materia de cooperación, mantendrá las restricciones existentes con la colonia y no facilitará el millón de licencias telefónicas que ha solicitado el Peñón, porque serían empleadas para ejercer competencia desleal.

Esta actitud de firmeza responde, según Piqué, al deseo de demostrar al Gobierno del Reino Unido que 'España no es ingenua'.

La Embajada británica en Madrid se limitó ayer a constatar 'el cambio de tono' del Ejecutivo español, que en los últimos cinco años había facilitado la resolución de viejas reivindicaciones gibraltareñas como la aceptación por parte de España de los permisos de conducir y los carnés de identidad emitidos en Gibraltar.

Aznar y Blair habían llegado incluso a impulsar iniciativas conjuntas para acelerar la liberalización de las economías europeas y habían mantenido las relaciones pese a la presencia del submarino nuclear averiado Tireless desde mayo pasado en Gibraltar.

El Gobierno español denuncia ahora, a través de Piqué, 'la falta de voluntad política' de Londres ante el problema de Gibraltar, una colonia que se beneficia de 'tráficos ilícitos' y se ha convertido en una 'gigantesca duty free'. Piqué advirtió de que cualquier futura cooperación con Gibraltar debe incluirse en el 'marco de una negociación de la soberanía'.