Bush presenta el mayor plan de recorte fiscal desde la era de Reagan
'Necesitamos un alivio fiscal ya; de hecho, lo necesitamos desde ayer', declaró el presidente Bush en una ceremonia con empresarios hispanos celebrada ayer en la Casa Blanca. En esos momentos, Paul O´Neill, secretario del Tesoro, presentaba en el Congreso el proyecto presidencial de recortar los impuestos en 1,6 billones de dólares a lo largo de una década.
El plan incluye reducción de todos los tipos del impuesto sobre la renta, anulación de la discriminación de los matrimonios frente a las parejas de hecho, alivio de la presión sobre las herencias y mayores deducciones para los donativos destinados a causas humanitarias.
Bush reforzó su propuesta con el argumento de que 'los signos de alerta' sobre la desaceleración de la economía de EE UU 'son claros'. 'Durante varios meses', dijo, 'nuestro crecimiento económico ha sido dudoso y ahora puede estar en peligro. Una luz roja está parpadeando en el cuadro de mandos de nuestra economía y no podemos seguir conduciendo como si nada ocurriera'.
Según la propuesta entregada ayer al Congreso, el tipo impositivo máximo bajará desde el 39,6% actual al 33% y el mínimo desde el 15% al 10%. También cambia la estructura del impuesto sobre la renta, que pasa de cinco niveles -15%, 28%, 31%, 36% y 39,5%- a cuatro -10%, 15%, 25% y 33%-. Las deducciones por cada hijo pasan de 500 a 1.000 dólares. Las parejas casadas en las que los dos ingresen pueden deducir de oficio un 10% de sus rentas conjuntas para terminar con la discriminación que sufren frente a las uniones de hecho. Y el impuesto federal sobre sucesiones desparecerá gradualmente a lo largo de ocho años.
Según Bush, esta reforma permite a una familia que gana anualmente 40.000 dólares recuperar durante ese periodo 1.600 dólares de los que ahora paga al fisco.
Pero los demócratas combaten su propuesta con el mismo argumento empleado en el gran precedente histórico que constituyó la rebaja fiscal de Ronald Reagan a comienzos de los ochenta. El plan republicano de recorte general de impuestos, dicen, favorece a los ricos. El partido de Bill Clinton y Al Gore le opone medidas parciales 'destinadas a las clases medias y los trabajadores'.
Los republicanos argumentan que si los ricos van a recibir más devoluciones es porque también pagan más impuestos y añaden que, a diferencia de la época de Reagan, el presupuesto del Gobierno federal de EE UU está ahora en una época de superávit.
Según el Comité Conjunto de Impuestos del Congreso, las familias que ganan más de 100.000 dólares al año pagan el 66, 4% de todos los impuestos federales sobre la renta. Y el 1% de los norteamericanos más ricos paga el 33,6%.
Durante su campaña electoral Bush predicó un recorte fiscal de 1,3 billones de dólares. Ahora ha subido esa cantidad a 1,6 billones y, además, desea que la rebaja tenga efectos retroactivos desde el pasado 1 de enero. Según los analistas de la cadena MSNBC, su plan beneficia a los ricos si se mide en el total de dólares que dejará de recaudar Washington, pero si se mide en términos porcentuales favorece a las clases medias.
Deuda con la ONU
Mientras se abría en el Capitolio este debate, el Senado cerró ayer un viejo contencioso: el del pago de las deudas de EE UU a la ONU. Por 99 votos a favor, ninguno en contra y una abstención, la Cámara Alta aprobó abonar a Naciones Unidas 582 millones de dólares. Es la parte de los 926 millones de dólares que en 1999 el Congreso prometió entregar a Naciones Unidas si este organismo disminuía su burocracia y reducía la contribución de EE UU a su presupuesto.
Incluso el senador republicano Jesse Helms, el más furibundo opositor del organismo internacional en Washington, aprobó el pago de los 582 millones de dólares, aunque no dejó de observar que la ONU está todavía 'muy lejos' de haber completado el adelgazamiento de su burocracia.
De los 926 millones, EE UU ya pagó 100 en diciembre de 1999. El tercer pago, de 244 millones, se efectuará el próximo año. No obstante, la ONU señala que EE UU todavía le debe 500 millones de dólares en gastos de operaciones para el mantenimiento de la paz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.