Jospin nombra a un ministro con el objetivo de calmar la crisis sanitaria

La sensibilidad existente en Francia hacia los problemas de salud pública y de seguridad sanitaria han sido el pretexto perfecto para la reincorporación al Gobierno de Bernard Kouchner, de 61 años, hasta hace un mes administrador general de la ONU en Kosovo, y en su día fundador de la organización Médicos sin Fronteras. Kouchner tendrá el rango de ministro delegado, encuadrado en el superministerio de Empleo y Solidaridad regentado por Elisabeth Guigou, que ha peleado para evitar que se le amputasen las competencias de Sanidad.

El nuevo ministro se hace cargo de las funciones desempeñadas por una secretaria de Estado, Dominique Gillot, autora de un comentario que extendió la alarma social creada por las vacas locas. El 7 de noviembre pasado, la secretaria de Estado advirtió que Francia debía prepararse para conocer una verdadera epidemia de casos de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la variante humana del mal de las vacas locas. Después del impacto de esa declaración, el primer ministro, Lionel Jospin, y el titular de Agricultura, Jean Glavany, tuvieron que lidiar personalmente con una monumental crisis.

La ex secretaria de Estado de Sanidad no ha sido despedida -se le ha atribuido una secretaría de Estado de Minusvalías-, pero sí sustituida por un personaje completamente distinto. Bernard Kouchner se ha labrado una imagen popular que puede venirle bien al Gobierno de Jospin.

Médico de profesión, Kouchner fue uno de los fundadores de Médicos sin Fronteras. Tras unos años de expediciones solidarias por el mundo, el seguimiento mediático de todo lo que hacía le valió críticas internas y a principios de los ochenta abandonó esa entidad y fundó otra, Médicos del Mundo. La moda política de abrirse a la sociedad civil le introdujo rápidamente en el círculo del poder y en 1988 fue nombrado secretario de Estado de Acción Humanitaria en el Gobierno encabezado por Michel Rocard. Con el primer ministro Jospin ya fue secretario de Estado de Sanidad, puesto que dejó en 1999 para marcharse a Kosovo como administrador general de la ONU. A su vuelta a Francia, hace un mes, pidió un puesto político y lo ha obtenido.