Pujol advierte a Duran de que abrir ahora una batalla perjudicaría al Gobierno y a CiU

El presidente de la Generalitat copió ayer el mismo estilo, prudente en las formas pero firme en el contenido, que Duran utilizó la víspera para culparle directamente de su salida del Gobierno catalán por el nombramiento del convergente Artur Mas como conseller en cap. Pujol se deshizo en elogios hacia el ex consejero de Gobernación por el trabajo realizado en los 15 meses que ha permanecido en el Ejecutivo, e incluso afirmó entender las razones de su decisión. Pero a continuación le lanzó una clara advertencia: 'Todo esto [la dimisión] es válido siempre que cada uno, dentro de su coherencia de pensamiento y de su fidelidad a sus principios, no perjudique el proyecto e ideal político que le guía, que guía a las coaliciones, a los partidos y finalmente a los Gobiernos, que responden a una idea clara de país'. En otras palabras, que Duran dé por finalizada la crisis porque su cierre en falso podría repercutir negativamente en la coalición nacionalista y, en un efecto dominó, en el propio Gobierno. Pero sobre todo, el presidente advirtió al dirigente democristiano para que se olvide de experimentos nacionalistas y continúe fiel a los postulados catalanistas que siempre ha defendido CiU.

El aviso no pasó inadvertido para Duran ni para el resto de miembros del Gobierno, alguno de los cuales, como Mas o la consejera de Enseñanza, Carme-Laura Gil, abanderados del sector más soberanista de Convergència, esbozaron una amplia sonrisa, que contrastaba con el semblante del ya ex consejero de Gobernación. En el acto de ayer, tomaron posesión Núria de Gispert como consejera de Gobernación y Josep Guardia, como responsable de Justicia.

Horas antes, en una entrevista en TV3, la televisión autonómica catalana, el líder de Unió manifestó que con su dimisión daba por cerrada la crisis en el Gobierno y que, de continuar en el cargo, el conflicto hubiera permanecido abierto. 'Siempre se nos hubiera mirado de reojo tanto a Mas como a mí. El presidente Pujol ha designado a Mas y, aunque no comparto esta decisión, el hecho es irreversible. Por tanto, dejemos a Mas ejercer como conseller en cap'.

Frente a estas buenas intenciones, los socialistas catalanes insisten en exigir que Jordi Pujol explique este rebrote de la crisis. Pujol responderá hoy en el Parlamento catalán a una pregunta del líder del PSC, Pasqual Maragall. El portavoz parlamentario socialista, Joaquim Nadal, acusó ayer al PP de 'dar oxígeno' a un Ejecutivo autónomo cada día más débil. Aunque ese apoyo, agregó, lo dé el PP 'a cuentagotas'.

Pujol tiene que dar la cara, reclamó Nadal, porque en realidad está en cuestión la ajustada mayoría parlamentaria que le nombró presidente de la Generalitat tras las últimas elecciones. No es sólo que CiU se haya dividido, añadió, sino que el PP advirtió claramente hace tres semanas, a raíz del nombramiento de Mas, de que no avalaría en el Parlamento catalán nuevas disputas en el seno del Ejecutivo de Pujol. Sólo el deseo del PP de mantener al Gobierno de CiU en sus manos explica esa situación.

Pero el PP ya ha rectificado. Ayer aceptó incluso que todo se salde con una comparecencia de Mas en el Parlamento para dar cuenta de los últimos cambios en el Ejecutivo. Esta pretensión de Mas fue objeto de los sarcasmos de los portavoces de la oposición. '¿Cómo va a dar explicaciones sobre estos cambios un consejero a quien Pujol ha delegado todas las funciones menos la de nombrar miembros del Gobierno', se preguntó Rafael Ribó, de Iniciativa-Verds.