Tres manifestantes indígenas mueren en choques con el Ejército ecuatoriano
El portavoz de la Asociación Permanente de Derechos Humanos (APDH), Alexis Ponce, confirmó que cuatro hombres y dos mujeres resultaron heridos durante un intento de incursión de policías, que, con caballos, 'pasaron por encima' de los indígenas. El Gobierno había descartado un posible desalojo de los indígenas que desde hace ocho días ocupan pacíficamente la Universidad. El activista lamentó que la situación pueda agravarse en las próximas horas, porque los indígenas, como mecanismo de precaución, han alojado en una habitación de la UPS a decenas de niños indígenas que se encuentran en dicho centro. 'Si [la policía] insiste en el asedio, va a haber violencia y por lo tanto heridos', subrayó Ponce.
Pero los enfrentamientos más graves se produjeron en la provincia amazónica del Napo, según informó la Cruz Roja ecuatoriana, que identificó a los tres indígenas muertos como Juan Garcés, Carlos Cabrera y un niño apellidado Narváez. Pero la Asociación Permanente de Derechos Humanos (APDH) mencionó entre los muertos a Venilda Cerda y no a Carlos Cabrera. Por su parte, la cadena de televisión Telecentro informó de la muerte de cuatro personas, dos no identificadas. La Cruz Roja indicó que se ha atendido a nueve personas heridas de bala, cuatro de las cuales se encuentran en estado grave.
Decenas de personas asfixiadas y golpeadas recibieron atención en el hospital regional, que a última hora de la noche de ayer se encontraba saturado y los heridos estaban siendo trasladados por personal de la Cruz Roja hasta otros centros de Salud. La torre de control del aeropuerto de Napo fue incendiada por indígenas para evitar la llegada de refuerzos militares, según informó el comando conjunto de las Fuerzas Armadas.
Antonio Vargas, presidente de la Confederación de Organizaciones Indígenas de Ecuador (Conaie), manifestó desde la Universidad que la responsabilidad es del Gobierno y amenazó con un enfrentamiento 'cuerpo a cuerpo entre manifestantes y Ejército', si los militares no se retiran de sus puestos de control en las carreteras. 'Iremos todos hasta las últimas consecuencias', afirmó Vargas, al tiempo que exigía la renuncia de los ministros de Gobierno (Interior) y de Defensa como 'culpables del asesinato al pueblo ecuatoriano'.
Vargas advirtió de que los indígenas no permitirán que se les desaloje por la fuerza del recinto académico donde se hallan concentrados, y de que están preparados para evitarlo. El próximo miércoles comenzará el paro nacional convocado por organizaciones sociales y populares en respaldo al levantamiento indígena.
Con este nuevo desenlace, la situación se mantiene impredecible. Los concentrados en el patio de la Universidad han comenzado a sentir los estragos del hacinamiento. Las condiciones de salubridad son cada vez más precarias y han influido en los ánimos de algunos indígenas, que poco a poco, han comenzado a abandonar la concentración.
Por otro lado, continúa el bloqueo en las principales carreteras del país por parte de grupos indígenas que apoyan el levantamiento. Para garantizar la libre circulación, el Ejército ha organizado convoyes, con vehículos de pasajeros y de carga, escoltados por vehículos blindados.
Negociaciones suspendidas
El Gobierno ecuatoriano y los dirigentes indígenas, enfrentados desde hace dos semanas, habían reanudado las negociaciones el pasado domingo, negociaciones que ahora han vuelto a quedar suspendidas. El debate entre ambas partes se centraba en las medidas económicas aplicadas por el régimen el pasado diciembre, que han tenido un fuerte impacto en la economía de las familias más necesitadas.
La reanudación del diálogo, que ya había fracasado tres días antes, fue posible tras las intervenciones que durante el fin de semana efectuó la Comisión Mediadora de Buena Voluntad.
Mercados desabastecidos
La interrupción del tránsito en las vías de Ecuador ha originado graves problemas en la economía y en la producción nacional. Los comerciantes no pueden circular con mercancías perecederas destinadas a la exportación sufriendo cuantiosas pérdidas económicas. Además, el desabastecimiento de los mercados y la escasez de víveres y de productos básicos en varias ciudades ha provocado fuertes subidas de precios.llevado al incremento de su valor, causando mayor irritación entre la población de escasos recursos. La fuerza pública ha tenido que intervenir en el control de los mercados públicos para evitar episodios violentos. Entre las principales demandas de los indígenas está la disminución de precios de gas doméstico, combustibles y de las tarifas de transporte público, así como la congelación de los precios de la luz, agua y teléfono durante cinco años.
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