Las Seis Horas de Euskadi repiten con éxito una fórmula estrenada en 1979
Un clásico del deporte vasco o una mezcla de espectáculos relacionados con el deporte: las Seis Horas de Euskadi, celebradas ayer en el velódromo de Anoeta, han superado de lejos el simple marco de la reunión ciclista.
La cita, que se celebra desde 1979, volvió a abarrotar el velódromo donostiarra. Como siempre, hubo casi de todo: competición sobre el anillo, homenajes (a la ciclista Joane Somarriba, al alpinista Alberto Iñurrategi), bertsolaris, extravagancias como el fútbol-bici, ciclismo artístico, gimnasia rítmica, halterofilia...
El programa de la organización propone seis horas de frenesí entre lo deportivo y cualquier exhibición estética. El éxito de la fórmula no decae, aunque en los últimos años las figuras de la carretera hayan dejado paso a los auténticos especialistas del anillo. Pese a todo, las Seis Horas citaron a los dos mejores ciclistas españoles de la historia:Indurain y la vizcaína Somarriba.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.