'La India saldrá adelante, aunque sea arrastrándose'
Difícilmente algún día la Iglesia lo haga santo -¿cómo entronizar a un jesuita que se casó, tuvo tres hijos y es adorado en vida por los más pobres de la tierra?-, pero difícilmente nunca tenga más razones. Vicente Ferrer lleva 48 de sus 80 años al sur de India, dedicado a los intocables, la casta más baja, los parias de los parias, a quienes según la tradición no se puede tocar sin tener que lavarse después. Para ellos construyó Ferrer 4.000 pozos, 510 embalses, 450 escuelas, cuatro hospitales, un Banco de la Mujer, 4.500 viviendas nuevas y 4.000 reparadas. Ya ha plantado nueve millones de árboles para frenar al desierto y está consiguiendo que 64.000 españoles y 4.000 franceses apadrinen a otros tantos niños indios. Sus ojos, habituados a tantas desgracias, acaban de presenciar ahora el peor terremoto de India en los últimos 50 años. Su voz suena cansada a través del teléfono.
Pregunta. ¿Qué necesita India?
Respuesta. Todo lo necesario para poder reconstruir ese mundo que se ha destruido. Estamos a punto de terminar la primera fase, que ha sido la de salvar a cuanta más gente posible. Ya, francamente, podemos pensar que no hay nadie vivo bajo los escombros. Ahora empieza el esfuerzo gigantesco de volver a reconstruirlo todo. Solamente con limpiar las ruinas, las carreteras, las poblaciones... todo eso exige un trabajo inhumano. En España no os podéis dar cuenta de la magnitud de la catástrofe. Hay algunas ciudades, algunos pueblos, donde ha sido devastado todo.
P. Aquí, sin embargo, empieza a olvidarse la tragedia. El terremoto de India pierde cada día espacio en los periódicos, en los telediarios.
R. Pues es precisamente ahora cuando estamos empezando la parte más difícil: la reconstrucción. Ya sé que es complicado mantener la ilusión de los primeros momentos. Pero tenemos que hacer lo más posible para que haya una continuidad. No podemos esperar ahora avalanchas, pero sí una solidaridad que continúe.
P. ¿Y qué necesitan? ¿Dinero?
R. Enviar materiales desde España no es aconsejable. Es mejor enviar dinero para comprarlo todo aquí. Tenemos ya excavadoras para poder limpiar las ruinas. Hay en camino tractores, camiones cargados de material. Vamos a establecer una base de operaciones que será como una ciudad pequeña: un hospital de campaña, su escuela, sus centros de reconstrucción donde estén ingenieros, médicos.
P. Vista desde aquí, la tragedia es inmensa, ¿pero lo es también a escala de ese país inabarcable, tan acostumbrado a las desgracias?
R. Claro, claro. Es que ha sido una catástrofe de unas dimensiones espectaculares. Incluso ahora, cuando aún no se saben las cosas ciertamente, los rumores son muchos. Hay algunos que dicen que la mortalidad ha sido de más de 200.000 personas. Veremos a ver cuál es la realidad...
P. Es horrible.
R. Tremendo. Enterrar solamente a los que han fallecido va a ser un trabajo que nos va a llevar mucho tiempo.
P. ¿La reacción internacional está siendo la adecuada?
R. Sí, ha sido muy importante, pero muy fugaz. También es verdad que no podían hacer gran cosa. Por ejemplo, llegaron los suizos, muy expertos en encontrar vivos con perros especializados, pero, claro, levantar las ruinas y todo esto... Ahora el trabajo es de pico y pala.
P. ¿De qué forma esta catástrofe hipoteca todavía más las posibilidades de India para salir del subdesarrollo?
R. La India es como un elefante. Tiene decisiones fuertes. Y por más heridas que le causen, continúa su camino. Este inmenso continente, por más que lo hieran, siempre camina. La India saldrá adelante, aunque sea arrastrándose, como pueda, pero saldrá adelante.
P. Por instinto de supervivencia...
R. Y porque es una nación muy grande, compuesta de tantas naciones. Cuando una padece, la otra está un poco mejor. Por los que han muerto en esta parte, ya están naciendo otros en otros lugares.
P. Un país tan grande y sin embargo un país solitario, aislado del resto, sin vínculos suficientes con ningún otro país que lo ayude a salir. ¿Es esto más verdad después del terremoto?
R. Sí, sí, y es porque la India es en sí un continente. Tiene Estados más grandes que España, pero está sola. Por eso es muy importante ayudar a la India. La India conserva casi los mismos valores que nosotros. Esto no sucede en todo el Oriente. La India es un tránsito entre el Occidente y el Oriente, y yo creo que tiene más de comunidad con nosotros que con el resto.
P. ¿Por?
R. Por su civilización, que ha sido una civilización muy humana y espiritual, y esto coincide mucho con el humanismo cristiano, con la civilización occidental. Y dentro de las catástrofes, aquí siempre hay un cierto orden en las cosas. Un entendimiento. No es un desconcierto como puede pasar en lugares de África.
P. ¿Cómo está viviendo personalmente la tragedia?
R. Tengo un amigo cuya casa quedó destruida. A él y a su familia les dio tiempo de salvarse en el último momento. Tuvieron el tiempo justo de saltar fuera cuando sintieron el terremoto.
P. ¿Por qué da la impresión de que Dios se ensaña con India?
R. Eh... Bien, bien, bien... Ya sabe que este mundo, tal como es, siempre está en rebelión contra la idea de una realidad superior. Es un reto al alma humana. Cualquiera de nosotros, si fuera Dios, hubiera hecho un mundo mejor. Pero es una ilusión. El único que lo puede hacer bien, que probablemente tiene la razón, es el de arriba.
P. Y entonces, ¿por qué pasan estas cosas? 100.000 muertos, aplastados por sus casas...
R. Mire, el entendimiento humano es muy pequeño. Y no podemos entender ni explicar estas cosas tan raras. Sólo podemos intentar remediar. La realidad es la realidad. Y está ahí. Pero está ahí para que la remediemos, la cambiemos, la transformemos y no le echemos la culpa a nadie. Quizás seamos nosotros mismos los que estemos haciendo de este mundo un desbarajuste enorme.
P. No pierde entonces la esperanza en India.
R. No, no, no. La India, ya le digo, tiene una fortaleza... Una fortaleza que viene de la gente. Estoy viviendo en una zona de una pobreza profundísima, pero la fortaleza de esta gente que puede subsistir con nada, con un vestido al año, comiendo de las cosas más sencillas, demuestran una potencia de supervivencia superior a la nuestra. Nosotros estaríamos todos muertos ya.
[Todavía ayer, 10 días después del terremoto que causó decenas de miles de muertos, nuevos seísmos continuaban sacudiendo las zonas devastadas. Sólo en el Estado de Gujarat se han registrado ya más de 370 temblores].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.