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El ministro de Defensa indio teme que el terremoto haya causado 100.000 muertos

El número de muertos que maneja Fernandes se basa en la visita que el ministro realizó ayer a una de las zonas más afectadas por el seísmo, la región de Kutch, cerca de la frontera con Pakistán. El terremoto, de una intensidad de 7,9 grados en la escala de Richter, ha cubierto con una manta de escombros el próspero Estado de Gujarat, patria chica del padre de la independencia india, Mahatma Gandhi. Su capital comercial, Ahmedabad, y la ciudad de Bhuj, epicentro del seísmo, han quedado prácticamente destruidas, y hasta ayer las autoridades locales calculaban en 20.000 el número de víctimas. El primer ministro indio, Atal Behari Vajpayyee, afirmó, por su parte, en rueda de prensa, que aún era demasiado pronto para establecer una cifra definitiva de víctimas, ya que todavía quedan miles de personas sepultadas bajo los escombros.

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Un fuerte olor a descomposición recorre los pueblos y ciudades de Gujarat, donde casas y edificios se han convertido en algunos casos en auténticas tumbas familiares. Sin embargo, los funcionarios indios aseguran que de momento no se han registrado epidemias.

Desde el viernes se han sentido más de 200 temblores, causando el pánico entre una población que lleva cinco días durmiendo al raso, calentándose con pequeñas hogueras. Miles de personas han optado por huir con lo mínimo imprescindible hacia zonas más seguras. 'La gente se está marchando en todas las direcciones. Algunos se van a Bombay y otros se marchan a Nueva Delhi y Rajastán', dijo un ferroviario de la estación de Ahmedabad, donde los viajeros forcejeaban por subirse al próximo tren.

Aunque cada persona hallada viva entre los escombros supone una inyección de optimismo para los 20.000 soldados indios y los voluntarios internacionales que trabajan sin descanso desde hace cinco días en las tareas de rescate, decenas de miles de familias no encuentran consuelo y en algunos pueblos remotos de la costa ni tan siquiera han comenzado las labores de desescombro. Los más afortunados, aquellos que recuperan los cadáveres de sus parientes, celebran apresuradas ceremonias de cremación en los bordes de los caminos.

Las autoridades locales de Gujarat se afanaban ayer en proporcionar comida y refugio a los miles de supervivientes que se han quedado sin hogar. En algunas aldeas remotas hay sospechas de que se han producido saqueos, aunque éstos no han sido confirmados por las autoridades. Como muchos habitantes de la India rural, los aldeanos de Gujarat guardan sus ahorros en oro, bien en lingotes o en joyas, escondidos bajo las camas o en colchones.

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