El voto de Atutxa permite reducir a la mitad los plenos del Parlamento vasco
El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, decidió ayer eliminar dos de los cuatro plenos mensuales (uno semanal) y convocarlos a partir del viernes cada quince días, tal y como habían propuesto los nacionalistas en la Junta de Portavoces con el apoyo de los dos miembros del Grupo Mixto, IU y UA.
Atutxa no ha tenido en cuenta la opinión de los dos grupos mayoritarios de la oposición, PSE y PP, que se opusieron en la Junta de Portavoces, y que ayer acusaron al presidente de plegarse a los intereses de su partido.
A los nacionalistas les interesa una frecuencia menor de plenos, no sólo porque en cierta manera ralentiza la actividad parlamentaria, sino porque de esa manera distancian el impacto que genera en la opinión pública que pierdan dos de cada tres votaciones en la Cámara.
El presidente del Parlamento echó mano del Reglamento de la Cámara, que le atribuye la potestad de fijar las sesiones, de acuerdo con la Mesa. Él tiene la decisión última y ayer la ejecutó, si bien es cierto que con el apoyo de la mayoría de la Junta de Portavoces.
Ahora las sesiones se convocarán cada quince días, aunque si el orden del día es muy abultado los plenos comenzarán el jueves para dar tiempo a debatir todos los puntos. PSE y PP anunciaron ayer que no va a descender el número de iniciativas presentadas.
Entorpecer
PP y PSE-EE descalificaron ayer al presidente de la Cámara tanto por alinearse con los intereses de su partido como por rebajar el número de plenos, puesto que con ello entorpece en la práctica la labor de control de la oposición al Gobierno vasco.
El vicepresidente primero de la Cámara y parlamentario del PP, Carmelo Barrio, explicó ayer que 'el Parlamento ha dado un paso atrás, estamos ante un día triste para el Parlamento porque PNV, EA y el Grupo Mixto han logrado entorpecer el trabajo ordinario de esta institución'.
Barrio explicó que en estos momentos existen casi 80 iniciativas parlamentarias pendientes de tramitación que están abocadas a debatirse incluso meses después de que hayan saltado al plano público. 'No tiene ninguna lógica parlamentaria ni sentido común y deja a la oposición en situación de desamparo', criticó.
En la misma línea, el secretario primero de la Mesa y parlamentario socialista, Manuel Huertas, afirmó que Atutxa 'se ha plegado al obstruccionismo parlamentario que practica el Gobierno de Ibarretxe y los partidos que le apoyan para no tener que rendir cuentas de sus actos a los representantes de la soberanía popular'.
Huertas no dudó en calificar de 'escandalosa' la situación creada porque, en su opinión, el Parlamento vasco 'pasa a ser un simple apéndice del Gobierno al supeditarse a sus intereses y decisiones en detrimento del control que le corresponde ejercer sobre las acciones del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe'.
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