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La OTAN reconoce graves errores en sus datos sobre ataques con uranio en Kosovo

La OTAN colocó el pasado miércoles en su página web (www.nato.int) el listado con los 96 objetivos (112 ataques) bombardeados con proyectiles de uranio empobrecido en la Federación Yugoslava durante la guerra de 1999. Se trata de la misma lista entregada en julio de 2000 al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que ha servido a dicha organización para la recogida de muestras sobre el terreno, y de la misma información facilitada hace meses a los países miembros de la Alianza.

Sin embargo, su difusión pública ha permitido ahora a EL PAÍS comprobar que el listado contiene serios errores y no menos graves inexactitudes. El más grueso es la datación de dos ataques el 11 de junio de 1999, 24 horas después de que se ordenase el cese el fuego.

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Faltan datos de 23 ataques

'Evidentemente, se trata de un error que lamentamos', dijo ayer Lee McClenny, portavoz de la OTAN, en respuesta a una pregunta de este diario.

'Desconocemos en este momento la fecha exacta en que tuvieron lugar esas acciones. El fallo ha sido comunicado al Cuartel General Aliado [de Europa] en Mons para intentar subsanarlo', agregó, reconociendo que no se trata de una mera errata en la transcripción de los datos a Internet.

'Sin duda, los casos aludidos al 11 de junio fueron mal archivados o mal escritos', concluyó Clenny, quien dijo que la Alianza no dispone de sistemas de información adecuados para este tipo de investigación.

Pero los datos referidos a los dos ataques del 11 de junio (numerados como 105 y 106, en los que se habrían arrojado 500 y 970 proyectiles con uranio empobrecido, respectivamente) no son los únicos que producen estupor. La Alianza Atlántica admite haber lanzado sobre Kosovo unas 31.000 unidades de este tipo de munición. Si se repasa el listado oficial, la cifra total de proyectiles suma 30.523. Pero el problema radica en que, junto a 23 ataques, figura el acrónimo UNKWN (desconocido) en la columna referida a la cantidad de munición.

Eso significa que la OTAN no sabe en realidad cuántos proyectiles con uranio empobrecido arrojó. Teniendo en cuenta que en algunos ataques se lanzaron 50 bombas y en otros más de 1.000, la cifra que habría que sumar a los 30.523 oscila entre 1.150 y 23.000, casi un océano de incertidumbre.

Hay tres casos que rizan el rizo. Son los correspondientes a los ataques numerados como 108, 109 y 110. La OTAN aporta las coordenadas de los objetivos, pero reconoce que no sólo ignora cuántas bombas se lanzaron allí, sino incluso cuándo se realizaron los ataques, ya que el acrónimo UNKWN figura también en la columna correspondiente a la fecha.

Con la versión oficial de que los bombardeos datados el 11 de junio no tuvieron lugar ese día, ascienden a cinco los ataques cuya fecha se desconoce.

Pero tampoco los restantes -los que disponen de fecha, coordenada y cantidad de munición- ofrecen un mínimo de garantías. La OTAN admite que las coordenadas no responden a una 'localización exacta', sino sólo aproximada.

Ello se debe a que los A-10 Thunderbolt (Rayo) norteamericanos, que empleaban proyectiles PGU-13 con uranio empobrecido, se dedicaron fundamentalmente a la caza de blindados. Por su propia naturaleza, se trata de objetivos móviles. Los A-10 sobrevolaban Kosovo, buscando su pieza y se dirigían a ella cuando la divisaban o recibían un aviso.

En consecuencia, la OTAN no disponía previamente de la localización exacta del objetivo, como ocurría con los emplazamientos fijos, sino que sólo a posteriori, con los informes facilitados por los pilotos, ubicaba en el mapa el lugar donde había tenido lugar el ataque. Cada PGU-13 carga 300 gramos de uranio empobrecido, por lo que la cantidad total arrojada sobre Kosovo, y de muy problemática localización, se encontraría entre las 10 y las 17 toneladas.

Bosnia y Tomahawk

Con ser imprecisos, cuando no erróneos, los datos de la OTAN sobre los bombardeos en Kosovo son, en todo caso, mejores que los que ha divulgado sobre Bosnia-Herzegovina después de que los solicitase Italia.

En este caso, la OTAN no ha facilitado la lista con el número de ataques, las coordenadas y la cantidad de munición, sino sólo un mapa en el que figuran las zonas bombardeadas en septiembre de 1995 en los alrededores de Sarajevo y Han Pijeak. Aunque la Alianza ha asegurado que sigue buscando información suplementaria, fuentes militares admiten que es muy difícil hallarla cinco años después.

Tampoco se han difundido los objetivos de los Tomahawk, a pesar de que estos misiles de crucero, profusamente empleados en la guerra de 1999, también llevan uranio empobrecido, en mayor cantidad que los proyectiles de los A-10.

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