Pinchos de artesanía

No crean que nos hemos colado en el túnel del tiempo, más bien todo lo contrario. A muchos que peinan canas les provocará añoranza este nombre, Negresco, idéntico al de un mítico y estupendo bar, también donostiarra, que tuvo sus años de esplendor, con mariscos y banderillas de lujo, allá por los sesenta y setenta. Pero no insistamos con lo del nombre porque su elección, para este nuevo establecimiento (lleva abierto cuatro meses) ha sido casi fortuita. Al menos, así lo manifiesta el propietario-cocinero y barman, Juanjo Garate, de este txokito, estrecho, minúsculo, (barra y tres mesitas), coqueto, con música marchosa y ambiente juvenil. Se trata de un todavía joven cocinero que se ha lanzado de lleno al mundo del pincho artesano, en una plaza de tanto nivel como San Sebastián, tras su paso por prestigiosos fogones cercanos (Martín Berasategui, Matteo.) y lejanos. Hay que advertir que no existe la típica barra de pinchos, ya que, todos los que ofrece son calientes, hechos al momento, cambiantes, y que se sugieren en una graciosa pizarra. Por citar algunos de los más sobresalientes, el delicado calabacín relleno de hongos y el milhojas de bacalao cremoso y berenjena. Consigue un pleno a la gustosidad con la delicia de queso brie con tocineta al horno y con los muslitos de pollo rellenos con salsa de mostaza. Inmejorable el foie gras a la plancha con reducción de vinagre balsámico. La carrillera en salsa (con puré fino de patata) es antológica. Se ofrecen como colofón de una comida de picoteo menudencias dulces de puro vicio: copita de crema de queso y frambuesa o leche frita. Vinos de marca por copas y buenas cervezas.

- Bar Negresco. C/ Reyes Católicos, 6 ( San Sebastián ).Cierra: Lunes mañana. (horario de 12 a 16 y de 19 al cierre de madrugada). Precio: Pinchos o platillos, de 250 a 400 pesetas unidad. Puntuación: 8/10. Aparcamiento: público (plaza del Buen Pastor).