Rutas a ninguna parte

A diferencia de otras capitales europeas, Madrid vive de espaldas a la bicicleta como medio de transporte. La capital cuenta sólo con tres carriles-bici -Pasillo Verde, Aluche y Manzanares-, que suman unos 20 kilómetros pero completamente desconectados entre sí. 'Es cierto que van de la nada a ninguna parte', reconoce el concejal de Movilidad, Sigfrido Herráez (PP ), que añade: 'Y por eso no se usan'.

El despacho del concejal guarda dos estudios relativos al uso de las dos ruedas como alternativa al vehículo privado. Uno, elaborado por los miembros de la asociación cicloturista Pedalibre, que han diseñado lo que, a su juicio, sería el mapa perfecto de la bicicleta en Madrid. 'Si los ciclistas supieran que van seguros, habría muchos más por las calles', afirma Juan Merallo, de Pedalibre.

No lo dice por decir: su asociación llevó a cabo una encuesta el pasado 22 de septiembre, Día de la Bicicleta, en la que el 90% de los preguntados aseguró que utilizaría la bicicleta si el Ayuntamiento pusiera condiciones en Madrid para hacerlo. Pedalibre, tras recorrer las calles de Madrid, plantea extender el carril-bici del Pasillo Verde ferroviario -que ahora va desde la calle del Ferrocarril a la ronda de Segovia- hasta la Casa de Campo y la Ciudad Universitaria, por un lado, y hasta el parque del Retiro, por otro. Pedalibre también plantea construir un carril-bici en la Castellana que articule la ciudad de norte a sur y otro desde el parque de Juan Carlos I hasta la Ciudad Universitaria, que la recorra de este a oeste.

Lo que plantean estos defensores de la bicicleta en Madrid no es ninguna utopía: el segundo de los informes en poder del concejal Herráez, elaborado por un experto alemán, analiza, además de las calles más propicias para las dos ruedas en Madrid, las pendientes que presentan. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, siempre se ha opuesto al uso de la bicicleta como medio de transporte alegando que la capital, por sus 'muchas cuestas', no es una ciudad favorable. El informe del estudiante alemán lo desmiente. También en él se señala al paseo de la Castellana, desde Nuevos Ministerios a la plaza de Atocha, como una de las zonas mejores para albergar un carril-bici. Y también apunta la calle de Alcalá, la calle Mayor, Bravo Murillo o la Gran Vía, entre muchas otras. Merallo también considera que apelar a las dificultades del trazado en Madrid no tiene sentido, ya que 'hay ciudades europeas mucho más montañosas que la capital de España donde el uso de la bicicleta es generalizado'.

Por su parte, el concejal de Movilidad asegura que está estudiando 'muy detenidamente' ambos informes para llegar a una conclusión.

'Vamos a intentar que los próximos carriles-bici que se instalen en Madrid vayan a algún sitio. Lo primero que haremos será unir los carriles-bici existentes. Lo que pretendo es que esas vías se utilicen. A mí no me sirve que 650.000 personas utilicen la bicicleta en el Día de la Bicicleta, porque eso es anecdótico; me interesa más si existen de verdad 1.500 personas dispuestas a utilizarla de verdad diariamente'.

¿Es posible crear un carril-bici en la Castellana? El concejal de Movilidad es tajante: 'Sí, es posible, pero eso hay que estudiarlo con cuidado'.

Herráez también insiste en que se tiene que potenciar el uso combinado de transporte público y bicicleta. 'Ahora el metro sólo permite las bicicletas en fines de semana; eso habría que cambiarlo. El límite debería ser la física, el espacio disponible. También en los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) se debería arbitrar un sistema que permitiera acceder con la bicicleta. Sería una manera de evitar las cuestas más pronunciadas de la capital'. Los ciclistas se quejan de que Madrid sólo ofrece a la bicicleta, de momento, estudios y promesas.