Putin defiende la libertad de prensa si sirve 'a los objetivos nacionales de Rusia'
Por una parte, dijo que la libertad de prensa es 'una de las grandes conquistas' de la década que siguió a la caída de la URSS. El Estado, añadió, debe 'tragarse' las críticas y aprender de ellas para rectificar sus errores. El contrapeso consistió en la referencia a la responsabilidad de los periodistas: 'Con cada artículo, con cada palabra, deben ganarse el derecho a la confianza del pueblo (...) que no se otorga de una vez y para siempre'.
'Parafraseando a Mark Twain', afirmó el presidente, 'puedo decir que las informaciones sobre la muerte de la libertad de expresión son muy exageradas' . Alexéi Benediktov, director de la emisora Eco de Moscú, que representaba al grupo Media Most, le replicó con una cita de Montesquieu, teórico de la división de poderes: 'Por el Estado se debe morir, pero no se debe mentir'.
Las referencias al acoso de la fiscalía a Media Most -el imperio periodístico de Vladímir Gusinski, que tiene como buque insignia a la cadena de televisión NTV- no faltaron en la reunión. Según Benediktov, para sorpresa de Putin, varios asistentes hicieron ver a éste el componente político del caso, aunque también los hubo más papistas que el Papa. En esa atmósfera, la insistencia del presidente en que la fiscalía es una institución independiente debió de sonar a hueca, habida cuenta de que el hacha de los fiscales resulta extremadamente selectivo y amenaza al único grupo de comunicación crítico con el Kremlin. Si cae con todo su peso, puede acabar con los restos del pluralismo en televisión, además de con Gusinski encerrado en una celda de la cárcel moscovita de Butirka, en la que ya se alojó durante tres días el pasado junio.
Venediktov sacó la impresión de que Putin cree que la libertad de prensa debe servir a 'los grandes objetivos nacionales', como cohesionar el Estado o construir una Rusia fuerte y que, 'si tiene otros fines, ya no es libertad de prensa'. El prestigioso periodista, por su parte, afirma que él también quiere una Rusia grande y próspera, pero que, para lograrlo, no hay que 'lamer al poder' sino mostrar sus errores.
El diario Moskovski Konsomolets recogía así ayer en un titular la extraña impresión que dejó la reunión del Kremlin: 'Los funerales de la prensa se aplazan, pero no todos lograrán sobrevivir'. Ahora hay que esperar a ver cómo se traducen en hechos las palabras de Putin y, muy especialmente, cómo se aplica la doctrina sobre la seguridad de la información, que -cosa insólita en una democracia- intenta proteger al Estado de la prensa, y no al contrario.
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