La implantación del euro inquieta a la mayoría de los europeos

Segun los resultados de este estudio, la mayoría de los encuestados, el 52% del total, se declaran insatisfechos por la implantación de la divisa europea. El suspenso que recibe el euro está influido el año pasado. Hay que tener en cuenta que la encuenta se ha realizado antes de la revalorización del euro, sucedida a mediados de diciembre.

La apuesta de los grandes inversores internacionales por el dólar -y, en consecuencia, por la buena marcha de la economía norteamericana- provocó que el euro perdiera más del 35% de su valor en los 11 primeros meses de 2000. La Comisión Europea reconoció que esta situación provocó un 'pesimismo preocupante' entre los ciudadanos de la Unión Europea.

En poco tiempo, se ha dado la vuelta a la tortilla. El 15 de diciembre pasado, un dólar se cambiaba por 86 céntimos de euro. El viernes pasado, al cierre de los mercados, la divisa europea había subido un 10,5% y valía 0,954 dólares. La traducción de esta situación en pesetas es muy clara: en otoño pasado un dólar llegó a costar 200 pesetas mientras que el último cambio lo situaba en 173 pesetas por cada billete verde.

El ministro francés de Finanzas, Laurent Fabius, atisba la paridad en unas semanas. La revalorización del euro ha coincido con el hundimiento de los precios del petróleo, multiplicando así la parte más beneficiosa de un euro fuerte: el abaratamiento de la factura energética.

Los expertos internacionales están de acuerdo en que Estados Unidos vivirá una fuerte caída de su economía. La bajada por sorpresa de los tipos de interés, realizado hace una semana por la Reserva Federal, es la confirmación más clara. Los tipos caen para evitar una recesión. Ante este panorama, los grandes capitales buscan refugio en economías alcistas, como, en principio, pudiera ser la europea. El peligro ahora para Europa es verse afectado por esa depresión americana.

El fortalecimiento del euro augura, según los analistas, la bajada de los tipos de interés en Europa, aunque no se ponen de acuerdo en la fecha. Mientras unos piensan que pueden caer este año, otros creen que no cederán hasta principios de 2002.

El euro no sólo se ha revalorizado contra el dólar. La recuperación frente al yen japonés es aún más importante porque a la propia subida del euro se ha unido la depreciación de la moneda nipona, que este año no atraviesa buenos momentos.