El Gobierno aprueba la venta en el mercado libre de las viviendas que ha ayudado a rehabilitar
Hasta ahora los pisos eran considerados de protección oficial y no se podían vender en 20 años
El hecho de declarar a una vivienda que ha sido comprada en el mercado libre como protegida suponía una contraprestación por el préstamo concedido. Así, el Gobierno se garantizaba que el beneficiario de las ayudas públicas no iba a vender su vivienda, recién rehabilitada con dinero público, en un mercado donde los precios no dejan de subir. Si el dueño, a pesar de todo, quería venderla debía ofrecérsela en primer lugar a la consejería, que siempre iba a pagar por debajo del mercado libre. El decreto aprobado sobre medidas financieras para rehabilitación de vivienda especifica que los propietarios pueden vender su piso en cualquier momento, pero reintegrando antes al departamento el importe recibido.
El viceconsejero de Vivienda, Miguel Ángel Delgado, destacó la idea de que los ciudadanos cuando van a abordar la reforma de su vivienda ponderan si merece la pena las ayudas que ofrece la Administración a cambio de cumplir con sus exigencias. 'Con el decreto hemos hecho más atractivos los préstamos. Hay que tener en cuenta que en Euskadi hay un parque muy importante de viviendas que necesita una importante mejora', explicó.
90.000 inmuebles
Según un informe sobre necesidades y demanda de vivienda en Euskadi al que ha tenido acceso este periódico, un 13,2% de los hogares vascos, es decir, 90.000 viviendas, necesitan operaciones de rehabilitación. Un 27% de los necesitados ha solicitado ya los correspondientes presupuestos para hacer las obras, por lo que la demanda más inmediata se cifra en torno a las 24.000 unidades.
Entre las principales características de los hogares con este tipo de necesidades destacan la de que la edad media de los cabezas de familia afectados es de 50 años, que la mayor parte de los mismos tiene un empleo fijo (aunque los jubilados representan el 16% del total) y que viven entre tres y cuatro personas en el hogar. El 78% de las familias llevan más de diez años residiendo en la vivienda a rehabilitar y son propietarias de ella. El tamaño medio de estas casas es de 80 metros cuadrados y tienen una antigüedad de casi 35 años.
Los ingresos netos mensuales que declaran los ciudadanos con necesidad de reformar su piso se sitúan de media en torno a las 169.000 pesetas. En cuanto al tipo de rehabilitación que precisan las viviendas, el 57% de los casos se refieren al baño, la cocina y el cambio de puertas, ventanas y suelo. Mientras, un 26% pide ayudas para los elementos comunes de la vivienda en la que reside, como son el arreglo de la fachada y del tejado. Un 17% de los encuestados se decanta por los dos tipos de reforma. El coste medio de la mejora estimado por los propios encuestados es de 2,3 millones de pesetas para adecentar la cocina, baño y ventanas, y de 1,7 millones para los arreglos comunes.
El decreto aprobado por el Gobierno también incrementa las ayudas que hasta ahora venía concediendo para recuperar las viviendas. Destaca entre la rehabilitación integrada (que es la que se realiza en los cascos históricos y en barrios especialmente deprimidos) y la aislada (en el resto de la ciudad). Vivienda ha subido hasta tres millones el tope de ingresos que puede tener el dueño de un piso ubicado en una zona integrada para solicitar un préstamo. 'El esfuerzo público tiene que ser especialmente fuerte en estas áreas', resaltó Miguel Ángel Delgado. Además, Vivienda también aumenta las ayudas a fondo perdido para las reformas integradas, situándolas en un millón de pesetas, y concede hasta 600.000 para el otro tipo de reforma, siempre dependiendo de los ingresos de los solicitantes.
Por otra parte, el Ejecutivo también acaba de aprobar otro decreto que deja en 20 años la duración del régimen de protección oficial de las viviendas. En Euskadi hay pisos protegidos a 30 y 20 años. Con esta orden, se homogeneiza el parque de pisos públicos. Con la entrada en vigor del decreto (el 1 de enero) miles de pisos que tenían una protección a 30 años abandonarán esta calificación y si ya han superado los 20 sus dueños podrán venderlos en el mercado libre si lo desean.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.