Alemania impone control
Con dos ministros a sus espaldas por el escándalo de las vacas locas -los dimitidos titulares de Agricultura y Sanidad tiraron la toalla a mitad de semana-, el canciller alemán, Gerhard Schröder, ha dicho basta. Quiere que la industria agroalimentaria esté sujeta a severos controles, para lo que ha decidido remodelar los distintos departamentos que hoy llevan los asuntos de seguridad y consumo. En este sentido, creará un nuevo Ministerio de Agricultura, lo pondrá en manos de una ministra ecologista y reforzará sus funciones en materia de seguridad de los consumidores y de calidad de los productos.
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