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Bruselas defiende las ayudas a Airbus y ataca las que recibe su rival Boeing

Pese a la escalada verbal entre ambas partes, iniciada en diciembre por el presidente estadounidense Bill Clinton, la sangre aún tardará en llegar al río. Las consultas rutinarias mantenidas por ambas partes el pasado jueves en Washington no se tradujeron en ninguna decisión concreta, salvo la de continuar hablando el próximo julio en Bruselas.

El cruce de denuncias es un trasfondo de la guerra que Airbus y Boeing mantienen por el mercado de los gigantes del transporte aéreo, hasta ahora dominado por Boeing gracias al legendario Jumbo 747. Esa supremacía corre peligro desde que Airbus anunció en diciembre el lanzamiento del A380, que será capaz de transportar la cifra jamás alcanzada de 555 pasajeros.

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Airbus ha recibido ya 50 órdenes de compra y 42 opciones de compra para este nuevo gigante de la aviación comercial, que empezará a volar en 2006 y cuyo desarrollo exige unas inversiones previas de 10.700 millones de dólares (185.000 millones de pesetas al cambio actual).

Los cuatro países participantes en el capital del consorcio Airbus (Alemania, Francia, Reino Unido y España) han anunciado ya su intención de seguir subvencionando esas inversiones de desarrollo del producto, aunque los términos concretos del plan financiero no se conocerán hasta mayo próximo.

La decisión de lanzar comercialmente el Airbus 380 para disputar a Boeing la supremacía mundial fue recibido con las amenazas americanas de llevar las ayudas públicas del consorcio europeo ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Sin complejos

Pero la Comisión Europea sostiene sin ningún complejo que las ayudas hasta ahora otorgadas a Airbus se ajustan tanto a las normas de la organización comercial multilateral (OMC) como al acuerdo bilateral firmado en el año 1992 entre Estados Unidos y la Unión Europea.

'Ese acuerdo nos permite financiar con créditos públicos hasta un tercio de las inversiones en desarrollo de productos', destaca el portavoz del comisario europeo de Comercio Exterior, Pascal Lamy.

'Nosotros no sólo no superamos ese límite, sino que, a largo plazo, esas ayudas son devueltas por Airbus. Por ejemplo, el Reino Unido ha recuperado el doble del dinero que ha puesto', añade el portavoz de Lamy.

A su juicio las ayudas europeas 'son más transparentes que las subvenciones indirectas que recibe Boeing a través de la NASA y el Pentágono'. Según las cifras que maneja la Comisión Europea esas ayudas indirectas se elevaron en 1998 al 8% de la cifra de negocios de Boeing, a pesar de que los acuerdos del año 1992 fijan el tope de subvenciones legales en el 3% de la cifra de negocios.

Pero a pesar de esas evidencias con que dice contar la Comisión, el Ejecutivo comunitario no llevará a Boeing ante la OMC salvo si Estados Unidos pone realmente en tela de juicio las subvenciones que recibe Airbus, según el portavoz de Lamy. 'Las dos partes necesitamos ayudar a nuestra industria aeroespacial', admite.

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