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La ex presidenta serbobosnia Plavsic se entrega a La Haya

Sin dar explicación sobre sus intenciones, la ex presidenta de la República de Sprska, Biljana Plavsic, de 70 años, ha volado a La Haya para ponerse en manos del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. Ni la fiscalía ni la ex dirigente de la entidad serbia de Bosnia han explicado si es una entrega voluntaria para ser juzgada o se ha presentado tan sólo a dar información. La llegada a la ciudad holandesa ha estado envuelta en un gran misterio. Plavsic, que fue a finales de la década de los noventa la dirigente serbobosnia más prooccidental, tras haber sido considerada durante la contienda bosnia más extremista que el propio líder de los serbios, Radovan Karadzic, no aparece entre los acusados por el tribunal, pero su nombre podría estar en la lista que la fiscalía mantiene en secreto para evitar que los perseguidos huyan o se escondan.

En días pasados, un diario de Banja Luka, capital de la república serbobosnia, publicó que la fiscalía había levantado un acta de acusación contra ella y que debía presentarse el día 10 de enero en La Haya. Contactada por el rotativo, Plavsic se negó a comentar si había sido citada por el tribunal. Según el diario, Plavsic había negociado un alojamiento fuera de los muros de la prisión de alta seguridad de Schevenigen, cercana a La Haya, en la que se encuentran los acusados por crímenes de guerra.

Vicepresidenta de Karadzic y nacionalista de la línea dura serbia, Plavsic no tenía hace seis años empacho en prodigar soflamas a favor de la limpieza étnica llevada a cabo por los suyos en Bosnia. Tras sustituirle en la presidencia, la ruptura con Karadzic, el criminal más buscado por el tribunal, se produjo en 1997, cuando Plasvic denunció la corrupción de uno de sus correligionarios, el ministro del Interior, Dragan Kijac. Desde entonces contó con el apoyo de las potencias occidentales, que vieron en ella una aliada para poner fin al poder de los extremistas de Pale.

Expulsada del partido de Karadzic, disolvió el Parlamento y convocó elecciones extraordinarias. La presión de Washington desembocó en unos comicios al Parlamento en los que su partido quebró el monopolio de poder de los extremistas serbobosnios. Poco duró la victoria. Un año después, en septiembre de 1998, perdió el cargo tras su derrota electoral frente al candidato ultranacionalista y poco después se retiró de la política alegando motivos de salud.

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