Venezuela juega su baza en la OPEP
Alí Rodríguez asume el cargo de secretario general de la organización con el propósito de mantener estable el precio del petróleo
El secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) lleva el nombre de Alí. No procede del Cercano Oriente o el Magreb, como 8 de los 11 miembros del cartel. Su apellido es Rodríguez, era hasta esta semana ministro de Energía de Venezuela y promete un regreso a los recortes de producción de crudo si el precio del barril cae por debajo de los 22 dólares.
Alí Rodríguez, el segundo venezolano que ocupa el máximo cargo administrativo de la OPEP -el primero fue en 1968-, llegó el viernes de la semana pasada a la sede central, en Viena. El próximo 17 de este mes de enero se celebrará allí una reunión de ministros de Energía en la que se decidirá si se mantendrán o bajarán las cuotas de producción.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, afirma que no aceptará presiones sobre los precios -
La OPEP, productora del 40% del crudo en el mundo, y los principales consumidores, EE UU, Europa y Asia, discutían hace dos meses si en enero debía elevarse nuevamente la producción, después de cuatro incrementos en 2000. En aquel tiempo el barril costaba 30 dólares y esa eventual alianza intentaría evitar que el invierno boreal disparase los precios por encima de la banda fijada en mayo pasado por la OPEP entre los 22 y 28 dólares. Sin embargo, el inicio del enfriamiento de la economía de EE UU y la creencia generalizada de que las existencias de petróleo superan a la demanda tras los aumentos de producción de la OPEP impulsaron una caída de los precios del 30% desde octubre a alrededor de 24 dólares. En diciembre, un informe de la Agencia Internacional de Energía adjudicó la contracción al aumento de la oferta de fuera de la OPEP (México, Canadá, los países de la ex Unión Soviética y el mar del Norte) y la menor demanda de una economía mundial desacelerada.
Irak había interrumpido sus ventas el pasado 30 de noviembre por una disputa con EE UU por los precios que el Consejo de Seguridad de la ONU le fija dentro del programa de petróleo por alimentos y medicinas. Hace dos semanas, no obstante, los mercados internacionales festejaron que la terminal iraquí de Mina al-Bakr, en el golfo Pérsico, comenzara a bombear crudo hacia el puerto turco de Ceyhan.
Mecanismos automáticos del cartel petrolero contemplan recortes de al menos 500.000 barriles diarios en su producción (que asciende a 26,2 millones, sin contar a Irak) después de diez días de continua disminución de los valores. Su reciente caída empujó a que diferentes socios clamaran porque en la reunión del 17 de enero se determine una merma en el número de barriles. Si bien la cotización en los mercados londinense y neoyorquino se mantiene por encima de los 22 dólares, la Secretaría General de la OPEP emitió un comunicado señalando que desde el 21 de diciembre último el precio oscila entre los 21 y 22 dólares. Rodríguez pretende crear un nuevo índice para la cotización del petróleo, independiente del brent europeo o el WTI estadounidense.
'Mi foco se concentrará en la estabilización del mercado', se definió Rodríguez cuando dejó su cargo en el Gobierno venezolano. 'Es por lo que trabajé estos dos años y seguiré trabajando'.
La llegada al poder en Venezuela, por vía democrática, del ex golpista Hugo Chávez fortaleció la posición de este país en la OPEP. La designación de Rodríguez en la secretaría general confirma el compromiso del único país americano en la organización, después de años de pragmatismo.
'Antes Venezuela no estaba tan involucrada y ahora es una parte crítica', opinó Frank McGann, analista del banco de inversión Merril Lynch en Nueva York. El vicepresidente corporativo de Repsol YPF, Ramón Blanco, observó, en su reciente visita a Buenos Aires, que el nombramiento de Rodríguez representa un endurecimiento de la posición de la OPEP. Desde que Chávez era candidato a la presidencia, siempre bregó por el reforzamiento del precio del crudo.
El jefe de Estado venezolano aseguró hace dos semanas, durante la ceremonia de juramento del nuevo ministro de Energía, Álvaro Silva Calderón, que no aceptará presiones sobre los precios del petróleo. Silva participó de la nacionalización de la industria petrolera en su país en 1975 y planea continuar la política de Rodríguez.
No aceptaremos presiones de ningún tipo', aclaró el presidente venezolano, que este año visitó a los petroleros Irak, Irán y Libia, en un abierto desafío a EE UU. Fuentes republicanas, citadas por el periódico The New York Times, pronostican que se endurecerá la política norteamericana con respecto a Venezuela, respecto de la mantenida por el demócrata Bill Clinton. Las amistades de Chávez con sus pares cubano, Fidel Castro, e iraquí, Sadam Husein, irritan a EE UU, donde el 13% del crudo consumido se importa de Venezuela.
El presidente suramericano dijo que la cotización del crudo involucraba el 'soberanísimo interés' de su país. 'Nosotros estamos jugando limpio en cuanto al manejo de la política de precios', declaró Chávez. 'Hay países que esconden inventarios, que presionan con un poder inmenso para que haya una sola producción de petróleo y les sigamos regalando el crudo. Se malacostumbraron a llevarse el petróleo y dejarnos la miseria.'
El ex paracaidista Chávez declaró que está analizando la posibilidad de emprender una segunda gira por los países de la OPEP para impedir un descenso en los precios. 'Ya estoy calentando los motores del avión, porque si tengo que viajar a Teherán, Bagdad, Arabia Saudí o convocar otra reunión extraordinaria de la OPEP (la última fue en septiembre pasado en Caracas), lo haré', amenazó el líder de un país cuyos ingresos dependen del oro negro. Incluso el banco de inversión Goldman Sachs prevé problemas para la economía de Venezuela, el tercer mayor productor mundial, si bajan los precios.
Chávez dijo el martes último que estaba 'conforme' con la media de 26,2 dólares en el valor del petróleo durante el año pasado. Ese valor se alcanzó después de que el entonces presidente de la OPEP, Alí Rodríguez, promoviera las tres reducciones de la oferta petrolera entre marzo de 1998 y marzo de 1999. Países de fuera de la OPEP, México, Noruega y Omán, se adhirieron a aquellas medidas.
Venezuela ya formuló su apuesta. Los otros miembros de la OPEP también juegan sus naipes. El líder libio, Muammar Gaddafi, envió una carta a Chávez en la que propone que los países productores congelen la extracción por uno o dos años para eludir la caída de los precios del crudo. Chávez aún no respondió a este mensaje publicado por los periódicos estatales de Libia.
Los presidentes de Irán, Mohamed Jatamí, y de Argelia, Abdelaziz Buteflika, reclamaron una defensa de las cotizaciones. Lo mismo hizo Indonesia. El ministro de Petróleo de Qatar, Adbullah al-Attiyah, llegó a pedir un recorte de dos millones de barriles diarios en la producción. Su par de Kuwait, Sheikh Saud al-Sabaj, reclamó sólo un millón más. Pero este pequeño emirato suele actuar de acuerdo con Arabia.
La clave está en Arabia
La clave, según los analistas, pasará por qué actitud adopte Arabia Saudí, aliado norteamericano y, por tanto, sujeto a la presión para disminuir los precios. Este reino impulsó el alza de la producción ante la crisis asiática de 1997. Su intención consistió en abaratar el crudo para que Asia mantuviera sus niveles de compra, pero la cotización cayó por debajo de los 10 dólares en diciembre de 1998. Los mismos saudíes hicieron posibles los tres recortes y las cuatro subidas de la oferta de la OPEP en los últimos tres años. Arabia es el principal país en número de reservas, seguido por Irak, y el único que en la coyuntura actual puede aumentar los niveles de producción, según datos de la Agencia Internacional de Energía, con sede en París. Un funcionario saudí propuso en la última reunión de ministros de Energía y Petróleo del Consejo de Cooperación del Golfo que la OPEP recorte la oferta en 1,5 millones de barriles diarios para mantener la cotización en 25 dólares.
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