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Reportaje:

El Sur cabalga de nuevo

El nuevo censo norteamericano, con 281 millones de habitantes, redibuja el mapa político de EE UU

Los resultados del nuevo censo norteamericano podrían complicar aún más el delicado equilibrio político que sembró pánico y confusión en las pasadas elecciones presidenciales.

Según el último recuento de población, que cifra los habitantes de Estados Unidos en unos 281 millones de personas, Estados como Nueva York o Illinois, tradicionalmente demócratas, perderán escaños en la Cámara de Representantes a favor del Sur conservador de Tejas o Florida. Para las legislativas del año 2002, que ambos partidos ya consideran como la revancha de su última batalla, 12 escaños cambiarán de Estado debido a que la redistribución del censo ha variado en estos últimos años.

En esta legislatura, los republicanos aventajan en tan sólo diez representantes a sus colegas demócratas (221 frente a 211), por lo que cualquier alteración del reparto puede tener serias repercusiones en la capital federal, Washington, si los norteamericanos siguen igual de indecisos ante opciones políticas que no acaban de entusiasmarles, como lo han demostrado en estas últimas elecciones presidenciales.

El Senado, en estos momentos dividido por la mitad entre los dos principales bandos, no se verá afectado, puesto que atribuye dos senadores por Estado, independientemente del número de habitantes que cuenten los 50 Estados de la Unión.

La Constitución norteamericana establece que los escaños de la Cámara de Representantes deben ser actualizados después de cada último censo. Los reajustes deberán estar listos para las legislativas del año 2002. Los dos partidos mayoritarios ya han anunciado que participarán activamente en la delicada labor de redibujar los nuevos distritos. De ello dependen los dos últimos años del mandato en la Casa Blanca del republicano George W. Bush.

Compromisarios para Bush

Los nuevos datos de población también modificarán el número de compromisarios a los que tienen derecho los Estados. En total, los que votaron a George W. Bush ganan siete frente a los que eligieron al todavía vicepresidente demócrata, Al Gore. Los compromisarios, como ya quedó plasmado y machacado el pasado mes de noviembre, son los que finalmente eligen al presidente.

A la vista de lo que pasó en el Estado de Florida, estos cambios prometen nuevas emociones al estilo de otro thriller político-electoral, si para entonces Washington no ha modificado el tan criticado sistema que lleva un candidato a la Casa Blanca.

'Sabemos que esto va a ser una gran ayuda para los republicanos', comentaba la semana pasada al periódico The New York Times, el representante Thomas Davis, presidente de Comité Nacional Republicano del Congreso. 'Calculamos que vamos a ganar entre 10 y 14 escaños como resultado de la nueva redistribución'.

Según el nuevo censo, Tejas, Arizona, Florida y Georgia ganarán cada uno dos escaños. Colorado, Nevada y Carolina del Norte obtendrán uno más. Nueva York y Pennsylvania perderán dos representantes, mientras que Estados como Connecticut, Indiana, Illinois, Michigan, Misisipí, Ohio, Oklahoma y Winsconsin se quedarán sin uno. Cada uno de los 435 miembros representa aproximadamente a 625.000 personas.

El fenómeno hispano

En resumen, 135 años después de la guerra civil norteamericana, el Sur y el Oeste se toman la revancha sobre el Norte. Un fenómeno que se viene gestando desde finales de la Segunda Guerra Mundial y que ya ha quedado plasmado en la vida política de Estados Unidos. Los presidentes de los últimos 20 años vienen de la parte más soleada del país: Ronald Regan (California), George Bush (Tejas), Bill Clinton (Arkansas), y George W. Bush (otra vez Tejas). El censo, que se lleva a cabo cada diez años, siempre es un buen indicador del pulso político y económico de Estados Unidos, un país que sigue experimentando fuertes cambios en su población, esencialmente debido a la inmigración. De hecho, los últimos cambios se han producido por el fenómeno étnico que ya ha tomado un creciente peso electoral: el aumento de la población hispana. Gracias a su input latino, y las migraciones económicas del resto de los norteamericanos, Tejas se ha convertido en el segundo estado con más representación en el Congreso, arrebatándole el puesto a Nueva York, y siempre por detrás de la abigarrada California. En total, el Sur y el Oeste, las regiones más conservadoras, aumentan su población en 25 millones de personas, desde el recuento de 1990. Arizona ha visto su número de habitantes crecer un 40%; Florida, el 23%; Georgia, el 26%, y Tejas, el 23%. Todos han visto una subida exponencial de sus hispanos. Este grupo, que se convertirá en la primera minoría de Estados Unidos dentro de algo menos de cuatro años, ya ha confirmado su peso político en el nuevo Gabinete de Bush, que cuenta con dos latinos. Tradicionalmente votan demócrata, pero a medida que se integran en la sociedad norteamericana suelen adoptar posturas más conservadoras. No es un electorado fijo. Dio un apoyo del 80% a Hillary Clinton en su candidatura al Senado por Nueva York, pero el 40% votó por el republicano Bush en Tejas.

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