"Arafat me ha confirmado que sigue dispuesto a hablar"

La atmósfera creada por la oferta del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, a israelíes y palestinos para solucionar el conflicto de Oriente Próximo es una oportunidad histórica que debe ser abordada con valentía y responsabilidad por parte de los políticos, subrayó ayer el alto representante para política exterior y de seguridad de la Unión Europea, Javier Solana.En declaraciones a este periódico, Solana aseguró que, aunque la negociación no es fácil, no hay que dejarse llevar por el pesimismo. "La situación real es que hay unos parámetros presentados por Clinton el pasado día 23 y que se están tratando de poner en común entre las partes".

Desde que el mandatario estadounidense lanzase la propuesta, mister PESC ha permanecido en contacto con todas las partes interesadas y con las cancillería de la UE. Solana cree que mientras haya diálogo las puertas no están cerradas. "Acabo de hablar con Arafat y me ha confirmado que la parte palestina sigue manteniendo su voluntad negociadora y que incluso desean seguir las conversaciones en Washington", afirmó. "Creo que la situación está difícil, pero no pierdo la esperanza de encontrar una salida. Yo estoy haciendo todo lo posible para que sea así".

El representante de la UE estimó que en los próximos días se vivirá un momento crucial en el que se puede decidir el proceso de paz. "Espero que haya una posibilidad, aunque no es fácil, pero hay que tratar de aprovechar la ventana de que disponemos hasta el 20 de enero [fecha de la toma de posesión del nue-vo presidente de EE UU, George Bush] y el 6 de febrero [elecciones en Israel]".

Para Solana, después de estas fechas la situación para lograr un acuerdo será más complicada; habrá una nueva Administración en Washington que recibirá la patata caliente de la mediación, en Israel no está claro el panorama político que emergerá tras las elecciones y, además, la Intifada se puede radicalizar.

Solana explicó que la propuesta se centra en cuatro temas, que son: la delimitación de territorios, las garantías de seguridad, la soberanía de Jerusalén y el retorno de los refuagiados palestinos. "Ahora lo que hay que hacer es que todo el mundo tenga conciencia de la oportunidad histórica que nos estamos jugando", insistió.

Para Solana, esta carrera contrarreloj por la paz no supone un intento de solucionar en unas pocas semanas un conflicto que se arrastra desde hace más de cincuenta años. "Los temas que se están discutiendo están bien definidos, no estamos inventando nada nuevo", explicó, y añadió que "es necesario que los dirigentes políticos asuman su responsabilidad histórica y den un paso al frente. Hace falta voluntad política". En este aspecto es muy positivo el empeño que varios grupos de países -EE UU, la Unión Europa y los países árabes, cada uno con sus matices- han puesto para que sobre la base del plan se alcance una solución. Una propuesta que mister PESC reconoce que no es perfecta, "aunque es más perfecta que la guerra".

Solana reiteró que la Unión Europea ha lanzado una oferta de colaboración en aspectos fundamentales del proceso. Se trataría básicamente de tres puntos: apoyo económico para el desarrollo de la región, participación de la UE en una virtual fuerza de despliegue internacional y "generosidad" con los refugiados palestinos.

"Lo importante es que cerremos la ventana que se abre ante nosotros. El futuro será peor si no aprovechamos esta oportunidad entre todos", concluyó.