El plan de independencia desata en Montenegro una crisis de gobierno

Los planes para la independencia de Montenegro del presidente Milo Djukanovic, del Partido Democrático de los Socialistas (DPS), han desencadenado una crisis de gobierno en la menor de las repúblicas de Yugoslavia. El Partido Popular (NS), que contaba con varios ministros y apoyaba con siete diputados a la coalición Por una vida mejor, salió ayer del Gobierno por su desacuerdo con la plataforma separatista propuesta por Djukanovic.

Djukanovic parece dispuesto a pisar el acelerador para lograr la disolución de lo que quedó de Yugoslavia en 1992 y separar de forma definitiva a Montenegro de Serbia. No bastó para aplacar a Djukanovic el acuerdo del Consejo Supremo de Defensa de Yugoslavia del pasado lunes. Ese día se aprobó en Belgrado la destitución de los mandos militares (nombrados por el ex presidente Slobodan Milosevic) de la marina y del segundo cuerpo del Ejército, estacionado en Montenegro, más la disolución de un batallón de la policía militar del Ejército de Yugoslavia (formado por fieles a Milosevic) que se había distinguido por su furia represora.Al amparo del vacío de poder en Estados Unidos y tal vez confiado en la falta de decisión de la Unión Europea, que ahora ya no da alas a sus planes de independencia como en tiempos de Milosevic, Djukanovic quiere aprovechar la ocasión para llevar adelante la plataforma secesionista, que prevé una separación para después rejuntarse en una especie de confederación. Según esta plataforma, Serbia y Montenegro tendrían un ejército común con mandos separados; una moneda conjunta, que sería el marco hasta la introducción del euro; reparto de embajadas y representación de los dos Estados en la ONU.

El Partido Popular (SN) rompió ayer la coalición Por una vida mejor, formada además por los 30 diputados del DPS de Djukanovic y los cinco del Partido Socialdemócrata (SDP). El Gobierno de Djukanovic se ha quedado sin mayoría, pero podría gobernar en minoría y con el apoyo de la independentista Unión Liberal (LS), que cuenta con cinco diputados.

En Montenegro no se sabe con certeza qué porcentaje de ciudadanos optaría por la independencia en el referéndum que el Gobierno planeaba realizar en la primera mitad del año próximo. Según algunos sondeos, se estima que la mitad de los montenegrinos son partidarios de la independencia. No se sabe hastá qué punto los cambios democráticos en Serbia pueden influir sobre partidarios o enemigos de la independencia. En una entrevista con la emisora alemana Deutsche Welle, el presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, declaró que las relaciones en la Federación Yugoslava deben resolverse según un modelo democrático y puso en tela de juicio que en Montenegro exista ahora libertad de prensa: "En este momento, en Podgorica [capital de Montenegro] el control de ,los medios recuerda al de los tiempos de Milosevic".

El futuro presidente de Serbia, Zoran Djindjic, se pronunció ayer contra los planes separatistas de Montenegro y de disolver la federación para volver después a juntarse en una confederación. La declaración de Djindjic adquiere especial valor por su afirmación de que coincide con Kostunica. En Belgrado circulaban días atrás rumores de tramas conspirativas entre Djindjic y Djukanovic para dejar vacía de contenido y sin poder la presidencia de Yugoslavia y convertir así a Kostunica en un político sin poder.

En una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel, que se publica hoy, Djindjic advirtió a la Fuerza Internacional de paz de Kosovo (Kfor) que tienen 20 días para resolver la crisis de Presevo, en el sur de Serbia, donde opera una guerrilla albanesa. Transcurrido ese plazo, Djindjic asegura: "Haremos intervenir a nuestra policía". El serbio insistió en que hay que "impedir la reactivación de la crisis en la región Presevo, Bujanovac y Medvedja, donde más de 50.000 civiles están amenazados".