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Entrevista:JUAN LUIS GUERRA - MÚSICO

"Me basta con mi Iglesia y con pasear a Dios"

Tras más de cuatro años de ausencia musical, Juan Luis Guerra lanza su segundo disco en poco más de un año, Colección romántica, una recopilación de sus canciones de amor más famosas. De una timidez y modestia extremas que le hacen ocultarse en un nos mayestático y una gran parquedad, el agobio de la trepidante fama pudo con este dominicano de remotos ancestros canarios. Tanto que decidió aparcar temporalmente su carrera para refugiarse en su propia empresa de radiotelevisión y en los Evangelios. Precisamente su conversión evangélica es lo que ahora le da nuevos bríos a una fulgurante carrera en la que este baloncestista frustrado ha acumulado tres grammys y ha vendido cerca de 15 millones de discos. "No necesito millones ni acorralar los corazones", dice en su canción Testimonio, que incluye en su recopilatorio. Le basta con su "iglesia" y con "pasear a Dios". Por eso destina buena parte de sus ganancias a la Iglesia y a la Fundación 4.40, que busca paliar la pobreza de su país. Pregunta. Fin de año, de siglo, de milenio... ¿buena excusa para volver la vista atrás?

Respuesta. Realmente lo que queríamos hacer es una recopilación de canciones románticas de la carrera de Juan Luis Guerra y 4.40, y por eso decidimos hacer este compendio, donde prácticamente están todas las canciones románticas que han sido básicas en nuestra carrera. Decidimos salir en España, y en febrero probablemente haremos el lanzamiento en el resto del mundo.

P. ¿Cuál de esas canciones le ha marcado especialmente?

R. Yo tengo mucho cariño por muchas canciones. Si tengo que coger una, yo diría que sería del pasado trabajo, No es lo mismo, no es igual, una canción que se llama Amapola, con la que me siento muy identificado. En realidad, las de Colección romántica son canciones que en su mayoría fueron un éxito: Bachata rosa, Burbuja de amor, Estrellitas y duendes..., todas esas canciones que fueron pilares de nuestra carrera.

P. Y de toda su carrera, ¿cuál es su canción favorita?

R. Sin duda, Ojalá que llueva café. Quizás porque fue cosechada en los campos de Santiago de los Caballeros [una ciudad al norte del país]. Quizás porque es un himno a la esperanza y también porque armónicamente me atrae mucho la atención. Es denuncia y esperanza a la vez, que es lo maravilloso que tiene la canción.

P. La denuncia podría considerarse la gran tendencia de la música de Juan Luis Guerra junto a la vertiente romántica...

R. Sí, siempre me ha llamado mucho la atención poder conjugar denuncias en ritmos caribeños. Siempre. Es una de las cosas que más oía, a las que más atención ponía. Por ejemplo, con Rubén Blades, que fue antecesor, que hacía eso mismo con la salsa. Yo me preguntaba que por qué no podíamos trabajar con ese tipo de denuncia también a través del merengue. Siempre lo hago y siempre lo estaré haciendo.

P. Son muchos años, como 16, haciendo esas denuncias, y, sin embargo, los cambios en la sociedad dominicana son bastante tímidos.

R. Sí, siempre he dicho que las canciones no cambian a nadie. Cambian los dirigentes que tienen el poder para cambiar situaciones. Seguiremos haciendo canciones de denuncia, pero, repito, no cambian una sociedad.

P. Una virtud que le reconocen sus compatriotas es que en un país muy politizado, usted siempre se ha llevado muy bien con todos esos políticos y gobernantes. ¿Tal vez sus canciones son demasiado metafóricas para ellos?

R. No, ellos entienden, por supuesto que lo entienden, y están conscientes de las deficiencias que tenemos. En el ámbito, por ejemplo, de la medicina social tenemos grandes problemas, pero creo que es mejor que nosotros tratemos de solucionar esos problemas por otras vías, que es lo que estamos tratando de hacer a través de la Fundación 4.40 y de otro tipo de ayuda. Ellos comprenden la situación y saben de las deficiencias que tenemos. Soy muy renuente a hacer comentarios políticos. Soy de las personas que creen que después de que un presidente es electo, es mi presidente, y todo lo que debo hacer es apoyar a mi presidente, haya votado o no por él. Quizás antes puedo decir que ése es mi candidato favorito, pero, después que sale, borrón y cuenta nueva, debo trabajar para mi presidente y mi país. Las cosas, los problemas que podamos tener, los voy a esconder, porque lo importante es darle el apoyo a nuestro país. Ahora mismo voy a apoyar al presidente y al Gobierno, y trabajar juntos creo que debe ser la idea.

P. Su refugio en la Iglesia evangélica tuvo mucho que ver con ese parón en su carrera, ¿verdad?

R. No, en ese momento llegó a mi vida el maravilloso conocimiento del Señor Jesucristo y decidí hacer un paro, pero realmente ya estaba algo cansado. Si dejé de grabar fue porque no tenía nada que expresar. No voy a grabar por el simple hecho de tener un compromiso con una casa disquera. No tenía nada nuevo que ofrecer, y tuve la suerte de recibir todo el respaldo de Karen Music.

P. Son como 15 millones de discos vendidos, según su discográfica, tres grammys... ¿Su iglesia se lleva su diezmo?

R. Sí, claro que sí. El diezmo es bíblico y es realmente ahora mismo la bendición por la cual yo trabajo. Yo sé que dice la Palabra que el que le da al pobre le presta a Dios, el que le da a su iglesia le presta a Dios también. Yo soy muy fiel con la Palabra de Dios. Con relación a los discos y las cosas vendidas, realmente no sé cuántos discos he vendido, no tengo un control total, pero sí doy muchas gracias cada vez que me dan un Grammy o se vende un disco, porque eso quiere decir que el público todavía acepta el trabajo que uno hace.

P. En esta recopilación, el romanticismo se mezcla con la fe. Ya ha comentado en alguna oportunidad que canciones como Palomita blanca o Testimonio son puras oraciones.

R. Claro que sí. No necesariamente para tú expresar el amor a Dios tienes que hablar de Dios. Hay muchas manifestaciones que incluyen el amor de Dios, el amor a tu mujer, a la naturaleza, al prójimo, como son las denuncias, también. Si llega el momento de hacer canciones para Jesús, gloria a Dios, porque es el que más lo merece.

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