_
_
_
_

Roser Capdevila asegura que su trabajo preferido es hacer juguetes

Con la energía de una niña traviesa, la ilustradora Roser Capdevila (Barcelona, 1939), madre de los famosos personajes de Les tres bessones, recorre los mil recovecos de su nueva creación. Es un libro, pero más próximo al juguete que a la literatura, que reproduce la casa de la abuela de las mellizas, un dúplex repleto de detalles y estímulos para la imaginación, e incluye las figuras troqueladas de los populares personajes. "Como creadora, el trabajo que más me gusta es hacer juguetes", afirma Capdevila.

Las tres mellizas en casa de la abuela, editado por Destino en castellano y catalán, es fruto de un complejo proceso de trabajo iniciado hace un año, y la autora siente hacia el libro un cariño especial. Capdevila nunca había trabajado en un producto como el que ahora tiene entre manos, elaborado en papel y creado en colaboración con un ingeniero en papiroflexia británico, Ian Smyth. "A diferencia de lo que ocurre en otros países, aquí se ha trabajado muy poco en este tipo de libros, no hay tradición", dice la ilustradora, que también ha diseñado la versión en plástico de la casa de las niñas y su escuela, comercializadas por una empresa juguetera.Capdevila considera que la ubicación idónea de este original libro es justamente la casa de los abuelos, para que éstos puedan jugar con los niños e inculcarles el buen manejo de sus frágiles piezas. "Actualmente, los abuelos tienen una relación muy diferente con sus nietos, especialmente las abuelas. La mía es la primera generación de abuelas, considerada en bloque, que trabajan y no pueden dedicarse todo el día a los nietos, pero en cambio ahora no nos limitamos a contarles un cuento tradicional de vez en cuando, sino que nos tiramos al suelo para jugar con ellos", reflexiona.

Las historias de Les tres bessones desembocan siempre en un cuento clásico, y éstos tienen también su presencia en la casa de la abuela. En una de las estancias de la vivienda, tres pequeños libritos con ilustraciones de Capdevila recrean las historias de Hansel y Gretel, La ratita presumida y Pulgarcito. Tres cuentos para entretener a unos niños que, según constata repetidamente Capdevila, son cada día más nerviosos, dispersos y descarados, "especialmente los de las ciudades" y a los que ella intenta entretener ofreciéndoles siempre "un producto de calidad".

La calidad es la premisa que aplica en cualquiera de sus creaciones y a la que atribuye el éxito que éstas consiguen. "En las ferias internacionales, los programas para niños se incluyen en packs genéricos en los que hay también culebrones, el sexo de los animales... Los contenidos de los espacios para niños se vigilan muy poco, y es algo fundamental porque son los hombres del futuro, y la base que se les dé es muy importante".

Partidaria de que los padres "enseñen a los niños a apagar la televisión", esta trabajadora infatigable guarda en la cartera de nuevos proyectos uno muy ambicioso: el primer largometraje de Les tres bessones, que será producido por Cromosoma, responsable también de la serie de televisión. "Estamos escribiendo el guión, pero aún no hay fechas porque hacer una película es algo muy lento", explica. A media voz se permite una confesión: "Me gustaría que las bessones no tuvieran ya mucho futuro por delante porque estoy algo cansada. Pero lo que uno quiere y lo que realmente ocurre son cosas distintas".

Vicens Gimenez
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_