Bush nombra fiscal general de EE UU a un ultraconservador

George W. Bush efectuó ayer su primera gran concesión a los sectores más derechistas del Partido Republicano, que durante la campaña se mantuvieron en un discreto segundo plano para no interferir en la calculada imagen de centrista del candidato. El presidente electo anunció el nombramiento como fiscal general de EE UU (cargo que equivale al de ministro de Justicia) de John Ashcroft, un ultraconservador conocido por su activismo antiabortista y por su defensa a ultranza del derecho a portar armas de fuego. Ashcroft fue protagonista de un hecho histórico el día de las elecciones, el pasado 7 de noviembre, al ser derrotado por un muerto en su pugna por un escaño del Senado. Ashcroft aspiraba a la reelección como senador por el Estado de Misuri frente al gobernador del mismo Estado, el demócrata Mel Carnahan. Estaban igualados en las encuestas cuando Carnahan perdió la vida al estrellarse su avioneta de campaña. Los demócratas decidieron mantener el nombre del gobernador difunto en las papeletas al no disponer de tiempo material para el cambio. Carnaham venció por 49.000 votos y el escaño fue ocupado por su viuda.

El nombramiento de Ashcroft calmará la ansiedad de la derecha religiosa y del ala más radical de los republicanos, donde habían sentado mal los nombramientos de moderados como Colin Powell (secretario de Estado) y Paul O'Neill (secretario del Tesoro).

El nuevo fiscal, de 58 años, es un cristiano devoto, canta gospel como barítono, compone himnos religiosos y considera que beber alcohol, fumar y bailar constituyen ofensas a Dios. Ashcroft ejerció como fiscal general de Misuri entre 1977 y 1985, alardea de ser "duro con los criminales" y se declara "totalmente de acuerdo" con Bush en que es "apropiado" mantener la pena de muerte.

El presidente electo también designó ayer a Christie Whitman como directora de la Oficina de Protección Ambiental. Whitman, de 54 años, ha sido gobernadora de New Jersey desde 1995 y se ha significado por su trabajo en la preservación de los espacios naturales y la imposición de controles sobre las emisiones de gases de los automóviles, una medida, esta última, poco popular entre los electores.

El prestigio de Whitman permitirá compensar el rechazo que suscita entre los ecologistas Bush, bajo cuyo mandato como gobernador, Tejas se convirtió en el Estado más polucionado de la Unión.

Rebaja de la ONU a EE UU

Por otro lado, la ONU aprobó ayer a un acuerdo (aún deben completarse algunos detalles) para rebajar las contribuciones económicas de EE UU al organismo internacional, en las cuotas ordinarias y en las operaciones de paz. En el primer caso, EE UU reduciría sus contribuciones entre un 22% y un 25%, y en el segundo, entre un 27% y un 31%, el año próximo, y un 26% fijo de ahí en adelante, informa Afp. Como condición previa a esta rebaja, EE UU deberá pagar sus deudas, que ascienden a unos 1.500 millones de dólares, según Naciones Unidas.