Marsillach y Frühbeck de Burgos dirigen hoy el 'Concierto de Navidad'

La música adopta al teatro hoy en el Auditorio Nacional de Madrid para el Concierto extraordinario de Navidad. Luz, instrumentos, palabra y ansias de celebración reúnen a Adolfo Marsillach, a la Orquesta y Coros Nacionales de España, con Rafael Frühbeck de Burgos al frente, y a nueve solistas para conmemorar las fiestas. Este concierto se celebrará si se desconvoca la huelga del Instituto de las Artes Escénicas y la Música (Inaem).

Tradición

Textos del evangelio, Gerardo Diego y Camilo José Cela precederán a la música ya inmortal de Turina, Guridi, Chaikovski y Puccini, junto a otra nueva y por consagrar de Tomás Marco, Luis de Pablo o José María Sánchez Verdú."El problema más grande ha sido convertir el Auditorio Nacional en algo que se parezca a un teatro", asegura Adolfo Marsillach, actor, director de escena y uno de los puntales de las tablas en España durante décadas, que ha aceptado dirigir y crear los efectos del espectáculo que tendrá lugar esta noche en el auditorio madrileño. "Hemos tenido que hacerlo de la manera más sencilla posible, por medio de efectos de luz, sobre todo", relata abrigado con chaqueta de pana verde y una bufanda que le sigue dando el toque de distinción. Durante el ensayo se puede comprobar cómo el órgano que reina robusto en medio de la madera de la sala se ilumina de rojo para escuchar la lectura de los evangelios según san Marcos y san Lucas, cuyos fragmentos va espolvoreando el intérprete con su voz calmada y pacífica.

Mientras, desde el podio, con su camisa estampada en verde y granate, Frühbeck de Burgos, director emérito de la Orquesta Nacional de España, da las indicaciones al coro y a los músicos con un brío entre castizo y germánico. Éste de hoy es el segundo concierto de Navidad que él organiza. "El primero fue el año pasado con Antonio Gala, y es una de las tradiciones que a mí me gustaría que quedasen en Madrid; las otras dos también las he ido implantando: hacer cada año la Novena sinfonía de Beethoven y la Pasión según san Mateo, de Bach".

De Burgos ha encargado tres obras nuevas de compositores contemporáneos españoles para la ocasión. "Hemos querido mezclar la tradición de esos autores españoles que han tratado temas navideños, como Pau Casals, Pascual Marquina, Jesús Guridi o Joaquín Turina con los estrenos de José María Sánchez Verdú, que ha creado una pieza para cinco solistas, orquesta y coro, Luis de Pablo, que ha hecho un villancico con texto de Vicente Aleixandre y Tomás Marco, que ha creado una pieza titulada Puerta del Sol". En medio también hay espacio para el Vals de las flores, de El cascanueces de Chaikovski, y para varios fragmentos del segundo acto de La Bohème, de Puccini, una de las óperas navideñas por excelencia. La fiesta acaba de aire de zarzuela y piezas de La verbena de la Paloma, de Tomas Bretón.La elección de los textos a recitar ha sido conjunta. Lo de Cela ha sido un encargo. Se llama Rueda de mazapán para dos y es el contrapunto a la alegría navideña. "Es un cuento amargo, triste y tierno también, pero me gusta porque yo también creo que la Navidad es una época tristísima", dice Marsillach, que hoy hará una de sus escasísimas apariciones públicas. La primera en escena desde que hiciera ¿Quién teme a Virginia Woolf?, junto a Nuria Espert, la temporada pasada.

Entre la pieza de Sánchez Verdú y la de Chaikovski, Marsillach recitará Canción del niño Jesús, de Gerardo Diego. "Lo hago por una razón muy sentimental, es un poema de 30 segundos que yo recitaba de joven". El artista septuagenario se corrige en este punto, aunque luego prefiere no recordar su edad. "¿Mi edad? Me gusta decir que es mi cumpleaños, pero no cuántos años cumplo. En mi profesión está mal visto, aunque puedes consultarlo en el archivo de tu periódico, que una vez me quitaron diez años, lo cual me vino estupendamente porque iba a Valencia a ligar con una chica y pensó que tenía 50 años, cuando en realidad eran 60. Y ahora, si me perdonas, tengo que empezar a ensayar".