Sancionar la insurrección

Como no podía ser de otra manera, el sublevado comandante Humala ha sido puesto en detención definitiva por la justicia militar. Nadie puede ponerse por encima del orden constitucional y de las leyes que dan sustento al Estado de derecho, por nobles que parezcan las razones invocadas, so riesgo de aceptar la ley de la selva en que cada cual toma la justicia en sus manos. El comandante Humala cometió una serie de delitos que descalifican sus idealistas motivaciones. (...) Se levantó contra la Constitución y el imperio legal. (...) Eso sólo puede generar una sanción ejemplar. (...) Es por eso que nos parece correcto que la justicia militar haya decidido abrir debido proceso contra Humala y algunos otros militares que lo acompañaron en su frustrada aventura. (...)

Lo que es criticable es lo sucedido anoche en el Congreso, donde se amplió abusivamente la agenda para debatir un proyecto de amnistía a Humala. Esto, más que responder a un criterio constitucional -que prohíbe leyes con nombre propio- parece obedecer a criterios polítiqueros. (...)

La sociedad civil no puede abdicar de su preclara función de gobernar el país. No puede, por tanto, delegar a un burdo motín la solución de los grandes problemas de la nación; y menos bendecirlo con una amnistía legislativa. Dos lecciones ofrece el caso Humala: que las fuerzas armadas no son deliberantes y están subordinadas al orden constitucional y que la vía de las armas no puede ser nunca más en nuestro país la forma de resolver las disidencias políticas

Lima, 21 de diciembre