Las licencias de servicios crecen el 26% desde los Juegos y las de la industria caen el 13%
La evolución de la actividad económica en Barcelona no ha dejado de crecer desde los Juegos Olímpicos, cuando se generalizó el IAE (impuesto de actividades económicas). El aumento del número de licencias de ese impuesto alcanza el 13,3%. No todos los sectores crecen por igual: los relacionados con la nueva economía van a la cabeza y dentro de ella la producción de soportes informáticos aumenta el 208%. En los servicios, el número de licencias ha subido el 26% y representan el 47,6% de las licencias empresariales. La industria, en cambio, retrocede y cae el 12,81%.
Barcelona evoluciona hacia una sociedad en la que conviven las viviendas, las oficinas y los centros de producción relacionados con la nueva economía. El sector terciario representa ya el 83% de las licencias de actividad económica de la ciudad. Y sigue creciendo, sobre todo en el sector de los servicios, en buena parte relacionados con la sociedad del conocimiento.Las licencias para empresas de soporte informático, de audio y vídeo han aumentado el 208%; las de servicios culturales, el 182%; las fábricas no contaminantes de productos de oficinas y ordenadores, el 138%. Otros servicios tienen crecimientos menores situados entre el 20% del subsector editorial y el 89% de las empresas dedicadas a promociones feriales, pasando por las relacionadas con la sanidad (80%), la enseñanza y la investigación (40%).
En términos generales, disminuyen las empresas manufactureras cuyas actividades han quedado obsoletas o las que necesitan una gran cantidad de espacio, que se desplazan hacia el exterior de la ciudad, donde el suelo es más barato.
Los principales subsectores cuya presencia en la ciudad se reduce son los relacionados con la carpintería, el calzado, el cuero, las fábricas de radios, la transformación del caucho y del plástico y la fabricación de herramientas de ferretería.
Sector primario
El sector primario ha pasado a ser más que residual, una reliquia. De las 193.626 licencias que había en Barcelona a principios de este año, frente a las 170.866 de 1993, exactamente 6 pertenecían entonces al sector primario: agricultura, minería y pesca. Cifra que se mantiene en el censo actual.Durante los años posteriores a los Juegos Olímpicos y hasta hoy, el sector que ha tenido un mayor crecimiento ha sido, sin embargo, el de la construcción, que ha aumentado el 35%. Todos los demás sectores y subsectores, salvo la industria, han crecido. El comercio experimenta un crecimiento global del 3,14%, aunque con aumentos desiguales entre los minoristas (2,25%) y los mayoristas (5,8%).
Baja, en cambio, la superficie media de las empresas. En 1993 era de 123 metros cuadrados y al terminar 1999, último ejercicio liquidado, había disminuido a 115 metros cuadrados de media. Un impacto importante, en este sentido, fue la marcha de Seat del polígono de la Zona Franca, donde ocupaba 900.000 metros cuadrados de superficie, lo cual supuso una fuerte disminución de la superficie industrial. No obstante, la reducción producida se debe más a una racionalización de espacios y a cambios en los tipos de producción, según la concejal responsable de Promoción Económica, Maravillas Rojo. De hecho, hay algunos subsectores, por ejemplo el comercio minorista, en los que la superficie media de los negocios ha aumentado y manifiesta una tendencia a seguir aumentando en el futuro inmediato.
Todo ello dibuja una ciudad epicentro económico del territorio circundante. El porcentaje de profesionales y artistas registrados en Barcelona sobre el total de Cataluña llega al 44%, mientras que sube al 55% si se toma como referencia la provincia y al 59% si se analiza la región metropolitana de Barcelona. El conjunto de la actividad muestra una alta concentración del comercio y una menor presencia de los subsectores de la construcción y la industria. En total, la superficie empresaria ha aumentado en 1,2 millones de metros cuadrados desde 1993.
Menos ingresos
Hay dos modos de contabilizar la actividad económica a partir del impuesto de actividades económicas (IAE). Uno es la combinación del número de licencias y de los metros cuadrados que ocupan las empresas. Lo utilizó ayer la concejal de Barcelona Maravillas Rojo.El otro sistema es el preferido de la oposición: se basa en contar los ingresos municipales. Los de Barcelona en el pasado ejercicio rondaron los 22.000 millones de pesetas, según Rojo. La oposición critica que se hayan estancado y acusa al gobierno municipal de no incentivar la actividad económica.
La concejal replicó ayer a estas críticas. El Ayuntamiento de Barcelona aplica un descuento del 50% en el IAE durante tres años a todas las empresas de nueva creación. Es el máximo permitido por la ley. Las empresas que se van cotizaban el 100%. Las nuevas, sólo la mitad. Este descuento significa dejar de ingresar cada año unos 3.000 millones de pesetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.