Miles de personas se manifiestan en Bilbao por "sistema educativo vasco propio" y contra los "ataques al euskera"

Miles de personas se manifestaron ayer por la tarde en Bilbao en demanda de un "sistema educativo vasco propio" tanto en el País Vasco y Navarra como en las tres provincias vasco-francesas. La marcha se desarrolló en un ambiente festivo, trufada con actuaciones teatrales y folclore autóctono, y discurrió durante más de una hora prácticamente en silencio. Asistieron a ella representantes de todos los partidos y sindicatos nacionalistas, así como IU. Entre ellos, los peneuvistas Iñaki Anasagasti y Josune Ariztondo, Rafael Larreina (EA), Arnaldo Otegi (EH) y Javier Madrazo (IU). Esta presencia llevó al líder del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga, a afirmar que la protesta había sido una "especie de Lizarra". El consejero de Justicia, Sabin Intxaurraga (EA), aseguró que acudía a título personal. El Gobierno vasco, que dijo ver con buenos ojos la manifestación, no se adhirió formalmente a ella.Una gran ikurriña presidió la marcha, en la que los únicos gritos fueron los de Euskalherrian euskaraz (en Euskal Herria, el euskera). Pancartas identificaban la procedencia de las ikastolas y euskaltegis que participaban. El acto, desarrollado bajo los lemas Guk gure eskola (Por nuestra escuela) y Euskal Erakaskuntza, aurrera (Adelante la enseñanza vasca), planteaba a un tiempo reivindicar el euskera y la enseñanza en la lengua vasca, y denunciar los ataques que, a juicio existe contra ambas. En ellos se incluía la investigación de Garzón contra responsables de AEK, el decreto de Humanidades o las últimas decisiones del Gobierno navarro sobre el euskera.

Esta variedad de reivindicaciones propició también diferentes interpretaciones de los líderes políticos y sindicales. Rafa Díez señaló que, además de "responder a los ataques contra el euskera y el modelo educativo vasco", se trataba también de "manifestar que Euskal Herria tiene derecho a decidir su modelo educativo" diferenciado desde un punto de vista nacional. Ansagasti, Madrazo e Intxaurraga aseguraron que era un acto para defender el euskera. "Parece mentira que tengamos que seguir defendiendo lo obvio, nuestro idioma", aseguró Anasagasti, mientras que Intxaurraga destacó que la lengua vasca "está siendo atacada desde Euskadi y Madrid".