Euskadi ocupa los últimos lugares de España en el uso de energías renovables, mientras que Navarra está en cabeza

El País Vasco es una de las comunidades autónomas que menos recurre a las energías renovables, mientras que Navarra ocupa el primer lugar y genera siete veces más electricidad mediante estos recursos que Euskadi.Un estudio comparativo realizado por la revista Consumer de Eroski concluye la escasa implantación en España de este tipo de energía alternativa, que sólo supone el 6,3% del total de consumo energético. Únicamente las centrales minihidráulicas, la eólica y la biomasa (residuos agrícolas y madereros) se utilizan aceptablemente, mientras que la energía solar, la incineración de basura, la biomasa para electricidad y la geotérmica apenas se emplean.

El informe señala que la cantidad máxima de electricidad que podía generar Euskadi en 1999 es de sólo 70 megawatios, aunque su posición mejora si esta potencia se relativiza en función de la población y la superficie. Las fuentes renovables que más se trabajan en la comunidad autónoma vasca son la energía minihidráulica y la biomasa para producción eléctrica. Las que menos se aprovechan son la eólica, aunque en este caso los datos aumentarán este año con la reciente puesta en marcha del parque eólico de Elguea, y la solar.

Entre las nueve comunidades autónomas comparadas, Euskadi ocupa una posición intermedia en consumo de biomasa, pero es la peor en el aprovechamiento de colectores solares.

Durante 1999, en el País vasco se invirtieron 1.100 millones de pesetas en energías renovables, lo que da una media de 524 pesetas por habitante. No obstante, ello supuso un crecimiento de inversión del 175% respecto a 1998. Los apoyos públicos se quedaron en el 4% de la financiación porque la mayoría de la inversión, el 90%, fue para centrales minihidráulicas, que no se subvencionan.

En cambio, en Navarra las subvenciones de las instituciones alcanzan al 37% y el pasado año generó en energías renovables un total de 473 megawatios, casi siete veces más que el País Vasco. La comunidad foral navarra es la que más energía eólica produce, aunque apenas recurre a la solar y la incineración de basuras.