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Un aeródromo en "llano horizontal"

El Parlament debatirá la próxima semana el proyecto de ley de aeropuertos de Cataluña. En el fondo, la denominación no pasa de ser un eufemismo, porque en realidad trata de los aeródromos para avionetas y otras naves menores. Los aeropuertos de verdad (Barcelona, Reus, Girona, Sabadell y La Seu d'Urgell) quedan fuera de la capacidad legislativa de la Cámara catalana. Salvo que prospere una enmienda del Grupo Socialista que propone el traspaso de estos aeropuertos a la Generalitat.Los socialistas parten de la voluntad expresada por el Gobierno central (por boca del anterior ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado) de privatizar AENA y, con ello, los aeropuertos. En este caso, los socialistas entienden que entra en vigor el artículo del Estatut que permite que el Gobierno catalán reclame la competencia sobre las instalaciones aeroportuarias, ya que el Gobierno central no las ejercería de forma directa. La gestión de los aeropuertos ha sido, desde siempre, un deseo de CiU, al menos hasta hace unas semanas.

Por eso, a bote pronto da la impresión de que la enmienda debería contar con el apoyo incondicional de sus defensores, los socialistas, del resto de la izquierda (ERC e IC-V) y de los nacionalistas catalanes (CiU). Del mismo modo, parece que debería ser clara la oposición del Partido Popular, que se ha mostrado siempre más jacobino en este tipo de asuntos. Pero las cosas, en esta legislatura, no son tan sencillas. El PP, por supuesto, rechaza la enmienda, y la izquierda la apoya. Pero CiU no hace ni lo uno ni lo otro. Ni siquiera lo contrario.

"CiU no puede votar esa enmienda. No se lo consentimos", explicaba un diputado popular que ha seguido las negociaciones. Josep Miqueló, parlamentario de CiU que ha negociado el articulado del proyecto con el resto de los grupos de la Cámara catalana, niega que la dependencia de la coalición respecto al PP sea tan fuerte. Pero reconoce que ha tratado de convencer a los socialistas de que no sometan la enmienda a votación. Para ello propone que la defensa de las competencias catalanas sobre los aeropuertos figure en el preámbulo de la ley, a modo de declaración de intenciones, con lo que no habría que someterla a votación. Miqueló aduce que, en realidad, no es necesario votar esto porque ya fue contemplado y aprobado durante el debate de investidura de Jordi Pujol.

Los socialistas no están por la labor y desean que se vote. En primer lugar, porque quieren que los aeropuertos se gestionen desde Cataluña, independientemente de la fórmula que luego se utilice para dirigirlos en el día a día, según explica el diputado Oriol Nel.lo. Pero también con la aviesa intención de demostrar, una vez más, que CiU tiene escasa capacidad de autonomía y que depende del PP.

El resto de la ley, pese a la amplitud de enmiendas presentadas, la mayoría referentes a los planes directores de los aeródromos y su relación con las administraciones locales, tiene poca entidad. Quizá por eso los diputados han afilado el lápiz y han presentado enmiendas de carácter sustancial. Empezando por la propia definición de aeródromo: "Se entiende por aeródromo un área definida de terreno, llano o inclinado, o de agua, que incluye los edificios...". El PP cree que es una definición incompleta y ha propuesto añadir después de "llano" el adjetivo horizontal, pese a que el diccionario asegura que lo llano no tiene "altos ni bajos". En cualquier caso, la enmienda puede ser aprobada porque la comisión le ha dado el visto bueno, y es que un aeropuerto en llano vertical sería tan impracticable como si tuviera una pista curva. Aunque todo acabe teniendo defensores.

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