_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La ministra

Pudo haber nacido en Andalucía. Es ministra de Educación y también del PP. Sabe escribir en revistas. Dice que "un porcentaje cercano a la mitad de las becas las obtienen familias que ocultan sus verdaderos ingresos". También sabe hablar. Ha rectificado. Dice que no es verdad. Que lo escrito, y publicado, firmado queda con su firma, pero que ella no tiene nada que ver. El texto era de un negro de confianza, al que se le ocurrió pensar. Le va a ajustar las cuentas. Es su disculpa. Confiaba en el negro. No sabe la tranquilidad que produce. Del Castillo, Pilar, la ministra, no escribe, no lee lo que le escriben, y tiene un negro de confianza.Los andaluces, después de los gallegos, tenemos el dudoso honor de disfrutar de un analfabetismo relevante. Comprendo. Para ser ministro no hace falta saber leer, ni escribir, sólo tener un negro. Eso sí, si se equivoca, el que dimite es el negro, no la ministra. Es lógico. La ministra se habrá dicho: si Ana Rosa firma un libro que escribe un negro y la mujer del presidente asiste a la presentación, y el libro lo escribió, pero no lo escribió, no sólo no tengo que escribir, sino tampoco leer. El éxito está asegurado. Además, si se descubre, aplicamos la Ley de Extranjería, y el negro dimite. El negro al hoyo, y el ministro a gobernar, a lo de la Thyssen, o al Congreso.

Es su problema, que no tiene. El mío es distinto. Mi niña es andaluza. No sé cómo hacerle entender que tiene que estudiar. Si su ministra no escribe, ni lee, y gobierna a ojo de buen negro, no puedo darle razones para que aprenda a leer. Antes podía decirle: si quieres ser ministra, como no tienes aceite en Jaén, debes estudiar para ser número uno en oposiciones, como don Manuel, el de Palomares o Galicia. Ahora da igual, puede ser analfabeta. Este dar igual hace pensar que algunos de los que gobiernan tienen un negro a mano para que dimita, si se equivocan, por aquello de hoy por mí, mañana indulto por ti.

También cabe preguntarse si el negro tenía razón y la ministra no se entera de lo que firma, y realmente existen becarios pudientes. No es cosa suya, dirá. Es del negro. Puede que algún día los negros sean ministros. Entonces los negros sabrán leer y escribir. Ahora sólo dimitir.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_