El Senado de Florida pospone la designación de compromisarios

Florida vivía ayer la resaca judicial, política y social de la elección más larga de la historia. El Tribunal Supremo del Estado estudiaba el dictamen que le había "devuelto para consideración" el Supremo federal. El Senado pospuso hasta hoy la decisión de si votar o no la lista de compromisarios para Bush, a la espera de que Gore capitule. Y el reverendo Jesse Jackson encabezaba una masiva manifestación en Tallahassee, protestando entre otras cosas contra la violación de derechos a los afroamericanos.Aún quedan varias demandas pendientes con pocas posibilidades de afectar el resultado electoral. La mayoría son de ciudadanos a favor o en contra de los recuentos manuales, o pidiendo de nuevo otra elección en Palm Beach, el condado de las confusas papeletas mariposa.

Pero la única que puede reabrir el embrollo electoral es la de un numeroso grupo de ciudadanos afroamericanos que sostienen que sus derechos civiles fueron violados. Las organizaciones sociales han estado recabando testimonios y pruebas sobre presuntas discriminaciones a ciudadanos negros en los colegios electorales del norte del Estado.

El Departamento de Justicia ha iniciado una investigación para determinar si efectivamente se les impidió votar en condados mayoritariamente republicanos. La trascendencia del caso estriba no sólo en la violación de derechos sino en los cientos de votos demócratas que según el reverendo Jesse Jackson se perdieron.

Por otra parte, el Tribunal Supremo del Estado encargó a siete abogados que estudiaran el fallo de 65 páginas en el que los magistrados de Washington anularon los recuentos manuales. En teoría, los jueces de Florida pueden pronunciarse una vez más al respecto, ya que los jueces federales les devolvieron parte del caso por si querían buscar un método uniforme para recontar manualmente los votos.