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EL PACTO ANTITERRORISTA

El PNV reafirma la validez de la vía soberanista de Lizarra como "ineludible" para lograr la paz

El PNV hizo una durísima descalificación del pacto antiterrorista suscrito por PP y PSOE, que considera una "clara regresión" respecto a los contenidos del acuerdo de Ajuria Enea al excluir el diálogo, la reinserción o la expresión de las ideas políticas. Su portavoz, Joseba Egibar, leyó ayer un comunicado de cuatro folios en el que califica de excluyente y electoralista el documento, a la vez que defiende los postulados de Lizarra como "ineludibles" para conseguir la paz y se reafirma en que pactará "con quien crea necesario", en alusión al preámbulo del texto firmado ayer en Madrid.

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Intereses de partido

Según la dirección del PNV, el texto del acuerdo entre el PP y PSOE contiene un cúmulo de falsedades históricas en la exposición de los hechos y concluye implantando en la práctica, para ambos partidos, un esquema de actuación política propio del PP. Los peneuvistas consideran que el principal compromiso de esta nueva estrategia consiste en satanizar y anatemizar las ideologías y los proyectos que no coincidan con el diagnóstico expuesto en el cual se responsabiliza política y directamente al nacionalismo democrático de la violencia que pudiera practicar ETA.El Euskadi Buru Batzar (EBB) niega que se pueda responsabilizar al PNV de haber abandonado el Pacto de Ajuria Enea al haberse alineado en Lizarra y contraataca afirmando que "fueron el PP y el PSOE quienes el 17 de marzo de 1998 rompieron dicho acuerdo, tras diez años de incumplimiento reiterado". La fecha hace referencia al rechazo que hicieron ambos partidos del documento del entonces lehendakari, José Antonio Ardanza, como iniciativa de diálogo encaminada a la pacificación.

Pero el rechazo que PP y PSOE hicieron al texto que proponía "diálogo sin límites" coincidió precisamente con la apertura por parte del PNV de un proceso de conversaciones con HB que terminó en el Acuerdo de Lizarra que precedió a la tregua de ETA, lo cual refleja que los intereses peneuvistas, entonces, estaban orientados hacia el pacto nacionalista que alcanzaron en Lizarra seis meses más tarde.

El EBB considera otra falsedad afirmar que PNV y EA hayan impuesto la autodeterminación como precio del final de la violencia porque el derecho de autodeterminación del pueblo vasco fue aprobado por mayoría absoluta en el Parlamento Vasco el 15 de febrero de 1990, "gobernando precisamente la coalición PNV-PSOE". "No aceptamos la tabuización (sic) del derecho de autodeterminación, cuyo reconocimiento y práctica están siendo habituales entre los pueblos europeos", afirma el texto.

La direccion peneuvista hace frente al polémico preámbulo del acuerdo entre PP y PSOE que le exige su abandono de Lizarra y se reafirma defendiendo la validez de este pacto. Afirma que se trata de un acuerdo que no puede romperse formalmente ya que es una declaración suscrita por partidos, sindicatos y organizaciones sociales "cuyos postulados básicos coincidían en gran medida con el documento Ardanza ", que el PNV sigue "considerando ineludibles para un planteamiento de consecución de la paz".

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Su reacción respecto a esta exigencia es especialmente crítica para con los dos partidos que se la formulan: "Quienes no fueron capaces de romper con el pasado franquista, quienes hoy tampoco denuncian el levantamiento fascista del 36 ni quieren recordar a las víctimas de 40 años de dictadura, quienes tienen todavía las manos manchadas por utilizar métodos antidemocráticos para luchar contra el terrorismo, ¿cómo pueden exigirnos la ruptura de una Declaración estrictamente democrática como es la de Lizarra-Garazi?", afirman.

La valoración que el PNV hace del texto ayer rubricado en La Moncloa es también contundente. Consideran que se trata de un texto "excluyente, insuficiente, contradictorio, antidemocrático, electoralista, engañoso e inmovilista". Pese a todo, hay en el texto "principios que compartimos, porque siempre hemos estado en contra de toda violencia", añaden. Y culmina diciendo: "ETA asesinó a Lluch y los firmantes de este pacto han matado sus ideas".

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