Los hosteleros no encuentran personal para cubrir 3.000 empleos en Barcelona

Los trabajadores inmigrantes están copando el sector de la hostelería en Barcelona. En sólo tres años 10.000 inmigrantes han pasado a trabajar en en bares, hoteles y restaurantes de la provincia de Barcelona, según datos del Gremio de Restauración de Barcelona. El presidente del gremio, Gaietà Farras, dijo ayer que pese a este aluvión de trabajadores extranjeros, el sector tiene aún 3.000 empleos vacantes en la provincia de Barcelona. "La juventud no quiere entrar en el sector por los horarios y por el trabajo en días de fiesta", dijo.

Sueldo y horarios

Los trabajadores inmigrantes eran casi inexistentes hasta hace tres años en la hostelería. Hoy suponen el 6,77% de los empleados en el sector en la provincia de Barcelona. Según Farras, el porcentaje de extranjeros que trabaja en la restauración seguirá creciendo en los próximos años y seguirá la tendencia existente en el resto de Europa. Los 3.000 empleos vacantes en el sector constrastan con el hecho de que haya 186.000 parados en la provincia de Barcelona.Los hosteleros afirman que todos los trabajadores extranjeros de las empresas del gremio de Barcelona tienen su situación legalizada. No niegan, sin embargo, la dificultad para cuantificar algunos colectivos como el de los trabajadores de restaurantes chinos. El área metropolitana de Barcelona y su provincia representa el 73% de los 38.500 establecimientos de hostelería que hay en Cataluña y ocupa a 148.000 de los 202.600 trabajadores del sector.

Los inmigrantes que trabajan en la hostelería provienen en un 40% del continente americano, sobre todo de los países de América Latina, principalmente de Argentina, Perú, Colombia y Ecuador; el 33% son oriundos de países africanos, mayoritariamente de Marruecos; el 8% de Europa, especialmente de la zona de los Balcanes y el 9% de Asia y Oceanía.

Según Farras, los sueldos que perciben estos trabajadores están en la media e incluso algo por encima de los que se pagan en otros sectores. La categoría más habitual, la de ayudante, percibe un salario neto mensual de unas 135.000 pesetas por 14 pagas anuales. "Sin embargo, mucha gente prefiere trabajar en la construcción porque se están pagando salarios más altos", afirmó el presidente del Gremio de Restauración de Barcelona. Donde no salen tan bien parados los trabajadores de la hostelería es en los horarios, según reconoció el propio presidente del gremio de Barcelona. "Se trabaja un promedio de ocho horas y 20 minutos en las empresas medianas y grandes", dijo Farras. Pero los horarios son flexibles, "hay que trabajar a veces por las noches y durante los fines de semana", lo que causa el rechazo de los jóvenes no inmigrantes.

La rotación del personal es uno de los problemas para las empresas de hostelería, ya que el 30% de los contratados abandonan su puesto de trabajo durante el primer mes. En total existen unos 32.000 trabajadores que cambian de trabajo en algún momento del año.

Sobre las tareas que desarrollan en su puesto de trabajo, el 50% de los trabajadores emigrantes desempeñan funciones de lavaplatos, ayudantes y de limpieza; el 30% son camareros; el 15% cocineros y encargados y el 5% jefes de cocina o directores.