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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Fusiones de cajas

He sabido que las cajas de ahorros de Sevilla han comprado acciones de la empresa Persan, situada en dicha ciudad, con lo que han aumentado el capital de la misma. Pocos días después han pujado para que el legado del bailarín sevillano Antonio se quede en Sevilla y no se marche por ahí.Y la cuestión es: me parece muy bien que los sevillanos y las entidades sevillanas hagan cosas por su ciudad, pero ¿qué hace Unicaja por Cádiz? La respuesta está en la mente de todos los gaditanos: nada. Y eso que la de Cádiz es la segunda caja de las fusionadas, y que Cádiz aporta más del 30% al pasivo de la entidad malagueña. Sí. Cada vez más malagueña.

La presente carta es para alentar a todos los andaluces para que no se dejen engañar. Ya es suficiente con que nos hayan engañado a los gaditanos. La fusión (?) que pretenden Chaves y Magdalena Álvarez (dos "buenos" gaditanos, por cierto) no es una fusión: es una absorción. Y con ella, Málaga tendrá más. Y Andalucía menos. A ver si nos vamos dando cuenta -ya lo dijo Magdalena, cuando la nombraron consejera: "Haré todo lo que pueda por favorecer a Málaga" (al menos en eso no ha engañado a nadie).

La fusión sólo busca crear una caja fuerte para apoyar el progreso industrial de Málaga. Y, como allí no hay suficiente capacidad de ahorro, necesitan el de toda Andalucía. Eso es injusto. Y es un peligro. Si hasta ahora hemos estado todos despotricando del "centralismo sevillano", ya es hora de que nos demos cuenta, y nos protejamos, del centralismo malagueño; mucho más peligroso, mucho más dañino, porque es económico. Y el dinero es el que lo puede todo. La absorción de todas las cajas andaluzas por Unicaja sólo va a crear más pobreza en Andalucía, porque sólo pretende llevarse todo el dinero a Málaga.

Que no nos engañen una vez más. Que los árboles no dejan ver el bosque y aquí, mientras protestábamos contra Sevilla, no nos hemos dado cuenta de por dónde "venían los tiros". Ahora mismo, por lo menos, una de las cajas sevillanas es "un poquito" gaditana. Pero, como sea absorbida, se acabó, como se acabó la Caja de Cádiz.-

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