Esos cortes de calles

Comentaba hace unos días en esta misma sección un lector su sorpresa ante el tiempo, muy largo, que lleva cortada la calle de Guillem Tell de Barcelona por obras de pavimentado, alumbrado y yo qué sé qué más (supongo que cableado y otros más ados, que riman con cabreado, añado). Quisiera añadir a la sorpresa y queja de mi conciudadano otra. Resulta que desde hace un par de semanas se ha cortado para trabajos varios el pasaje de Espiria, una pequeña calle por la que, pese a sus escasas dimensiones, pasa un cierto volumen de tráfico, esencialmente porque para salir del dédalo de calles que conforman Verdi, Mare de Déu del Coll y otras, el pasaje supone un atajo que lleva hasta la avenida del Hospital Militar. Cortar durante tantos días, en aras de unas mejoras que afectarán a un puñado de vecinos, un acceso que utiliza mucha gente y que funciona como aliviadero del tráfico del circuito unidireccional de esta zona del barrio de la Salut significa que no se tiene en cuenta los quebraderos de cabeza que se causan a un buen número de personas que deben bajar hasta la plaza de Lesseps, incrementando el tráfico ya de por sí intenso en ese lugar. Mi pregunta es: ¿alguien se plantea los líos que se causan con esas obras? ¿No se podrían hacer con más celeridad? - Lluís Senart. Barcelona.