Los frentes de batalla

La batalla de Niza tiene múltiples y complejos frentes que se resumen en "una lucha por las parcelas del poder", como repite un diplomático que ha seguido de cerca todas las negociaciones. Éstos son los frentes más nítidos de esa lucha: - Países grandes frente a países pequeños.

Su enfrentamiento está basado fundamentalmente en la futura composición de la Comisión Europea, una vez que se produzca la ampliación. Hoy, los cinco países más grandes (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España) tienen dos comisarios cada uno y los otros 10 países uno cada uno. Los grandes apuestan por una Comisión reducida. Los pequeños rechazan a toda costa que alguno pueda quedarse sin comisario. Probablemente acabe acordándose un turno rotatorio.

Alemania-Francia. Alemania, con 82 millones de habitantes, quiere tener más votos que ningún otro país en el Consejo de Ministros de la UE. Francia, pese a tener 59 millones de habitantes, se opone con el argumento de que la UE se fundó y ha funcionado bajo el principio del equilibrio de poder entre alemanes y franceses.

Bélgica-Holanda. Hasta ahora, Bélgica (10 millones de habitantes) y Holanda (15 millones), dos de los seis países fundacionales de la UE, han tenido los mismos votos en el Consejo: cinco. Holanda quiere ahora despegarse haciendo valer su peso demográfico, hipótesis a la que se opone Bélgica.

Comisión frente a Consejo. La Comisión sostiene que Niza debe servir para afianzar los aspectos comunitarios y se fija como objetivo supremo que los Estados cedan parte de su soberanía al aceptar que todas las decisiones se adopten por mayoría, y no por unanimidad. "Hay que acabar con la cultura del veto", insiste Bruselas. Los Gobiernos, representados en el Consejo, ya han dejado claro en qué asuntos fundamentales (cohesión, seguridad social, fiscalidad, inmigración o política comercial) no están dispuestos a ceder.