Prodi cree que sólo hay un 50% de posibilidades para alcanzar un acuerdo en la cumbre de Niza

El jefe del Ejecutivo comunitario se mostró ayer como uno de los dirigentes más pesimistas ante la cumbre europea de Niza. El presidente de la Comisión, Romano Prodi, aseguró ayer en Bruselas que hay un 50% de posibilidades de que esa cumbre concluya en un fracaso. Prodi fue preguntado si creía que el porcentaje de posibilidades de que los líderes europeos no alcancen un acuerdo es superior a un 10%, un 30% o un 50%. "El porcentaje no es pequeño. Es incluso superior al que usted cita", respondió, para luego precisar ante las cámaras de televisión que hay un 50% de posibilidades de fracaso.

Con su llamada de atención, Prodi se sumó ayer a la alerta lanzada estos días por varios líderes europeos, y especialmente por el canciller alemán, Gerhard Schröder, quien el martes advirtió de que aún existen graves divergencias sobre las principales reformas que la UE debe aprobar en Niza para hacer posible la ampliación de la Unión. Mañana, el presidente francés, Jacques Chirac, se reunirá con Schröder para intentar limar diferencias. Para Prodi, la clave para medir el resultado de la cumbre de la semana próxima residirá en qué materias pasarán a ser decididas por mayoría cualificada en lugar de por unanimidad. "Es el tema más caliente", dijo Prodi, quien anunció que ha hecho un llamamiento a la presidencia francesa para que aproxime unas posiciones ahora muy alejadas dentro de "una difícil negociación". Hoy, las decisiones que se adoptan sobre más de 70 cuestiones incluidas en el Tratado de Amsterdam (1997) deben ser decididas por unanimidad y, por tanto, los Quince tienen derecho a veto. La Comisión apuesta por el sistema de mayoría cualificada como la norma de uso general. Los Gobiernos aceptan ahora pasar otros 30 asuntos a mayoría cualificada, pero quedarían pendientes otros 40; entre ellos, cinco de los más delicados: fiscalidad (el Reino Unido está en contra), cohesión (España no lo acepta), política comercial (Francia lo rechaza), inmigración (Alemania no lo desea) y seguridad social (Londres lo veta). "Con 30 países con derecho a veto , el sistema se va a paralizar", afirmó Michel Barnier, comisario de Reformas Institucionales. Por eso, Barnier insistió ayer en que, en el mejor de los casos, de Niza saldrá "una reforma correcta y útil", pero en ningún caso "la gran reforma" por la que apostó la Comisión.

Los líderes europeos también están lejos de alcanzar un pacto en el reparto de votos que cada país debe tener en el Consejo de Ministros, sobre todo desde que ha quedado clara la pretensión de Alemania de tener más votos que Francia, en contra de lo que ahora ocurre. Ayer, Prodi se inclinó por Alemania en el pulso que mantiene frente a Francia y aseguró que la Comisión "no tiene inconveniente" en que Berlín y Londres tengan diferentes pesos en votos.

El presidente de la Comisión advirtió, no obstante, de que hay otros países con problemas similares. "¿Por qué tenemos que reducir el problema a Francia y a Alemania?", se preguntó, para añadir que también España (que persigue tener un peso efectivo similar al de los otros cuatro grandes países de la UE) u Holanda (que desea tener más votos que Bélgica porque tiene más habitantes) plantean problemas que dificultan un acuerdo.

A menos de una semana de que comience la cumbre europea, sí hay importantes terrenos espinosos en los que se han logrado avances. Así, "se atisba una solución", como dijo Prodi, sobre la futura composición de la Comisión, problema que enfrenta a los países grandes, partidarios de un Ejecutivo reducido a una veintena de personas, y a los pequeños, que quieren que cada país tenga un comisario, incluso tras la ampliación.

A medida que se produzcan nuevas incorporaciones, la Comisión, compuesta hoy por 20 miembros, seguirá ingresando un comisario por cada nuevo país. El límite será fijado a partir de una fecha concreta, por ejemplo, el año 2010, o a partir de un número concreto de Estados miembros, por ejemplo, 25 o 27 (los 15 actuales más los 12 que ya están negociando su adhesión). Será entonces cuando, si el número de Estados miembros supera el de comisarios, se pondrá en marcha un turno de rotación igualitaria entre todos los países.