Las empresas del Puerto Olímpico afectadas por la 'Legionella' niegan que haya riesgo para el público
Las tres empresas del Puerto Olímpico de Barcelona en cuyas torres de refrigeración se detectó la bacteria Legionella aseguraron ayer que actualmente no existe ningún riesgo para sus empleados y clientes. Sin embargo, la compañía responsable del mantenimiento de la torre de refrigeración del hotel Arts y del control de la de la discoteca-restaurante Baja Beach Club admitió a través de un representante que "es posible, aunque muy extraño", que el vapor de agua que expulsan al exterior los aparatos de refrigeración estuviera contaminado por Legionella.
Acciones judiciales
La responsable de relaciones externas del hotel Arts, Rosemary Trigg, también admitió la posibilidad de que se emitiera vapor de agua con Legionella hacia el exterior del edificio. "No podemos garantizar totalmente que el aire que salió de nuestras no estuviera contaminado", afirmó. La única nota oficial emitida hasta el momento por la dirección del hotel Arts asegura que "el compromiso de seguridad con los huéspedes, clientes y empleados del hotel se traduce en la constatación de que entre éstos no se ha detectado ningún caso de legionella". Sin embargo, una portavoz de la empresa Train Inter Ibérica explicó ayer que las torres de refrigeración tienen un doble circuito de agua que garantiza la pureza del aire que entra en las instalaciones, pero no siempre del que sale de los edificios. "En ocasiones, si no se controla muy bien, los problemas pueden encontrarse en el aire que sale", admitió la misma portavoz. A pesar de ello, esta empresa aseguró haber efectuado el control de las torres con el mayor rigor posible.
Train Inter Ibérica es responsable del control y el mantenimiento de los sistemas de refrigeración del hotel Arts, pero en el caso de la torre de refrigeración que comparten los restaurantes Baja Beach Club y Tela Marinera, sólo realiza los controles sanitarios, y no el mantenimiento. El gerente del restaurante Baja Beach Club, David Morera, admitió ayer que no hicieron la prueba de la Legionella en la torre de refrigeración porque "no es un procedimiento habitual". También insistió en dejar claro que la torre no es sólo suya, "sino de la comunidad de propietarios del complejo Marina Village".
La empresa Mapfre, propietaria del edificio donde se detectó el tercer foco de Legionella, aseguró a través de una nota que sus instalaciones "están sujetas a rigurosos procedimientos de mantenimiento y revisiones periódicas, que incluyen todas las especificaciones requeridas por la normativa vigente".
El último control que la empresa Train Inter Ibérica realizó en las torres de refrigeración del hotel Arts corresponde a la mañana del pasado 16 de noviembre. El análisis de las muestras se realizó, según la empresa, en un laboratorio homologado, y no se detectó la presencia de Legionella. Pero los técnicos municipales habían realizado el mismo análisis la tarde anterior y, de las tres muestras tomadas, dos contenían la bacteria.
Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona defendieron ayer la veracidad de los análisis municipales y aseguraron: "En ningún momento hemos dicho que las tres torres en las que hemos detectado Legionella sean las responsables del brote infeccioso". Este extremo no podrá confirmarse hasta que se haya comparado el subgrupo de Legionella que afectó a las 48 personas de la Barceloneta con el de la bacteria detectada en las torres de refrigeración. Los técnicos creen que la infección tuvo un solo foco.
Cuando se conozcan los resultados definitivos de estos análisis, la Asociación de Vecinos de la Barceloneta emprenderá acciones judiciales contra la empresa que haya propagado el brote de legionelosis. Así lo anunció ayer el presidente de la asociación, Manuel Moscat, quien explicó: "Queremos una reparación del agravio que se nos ha hecho, ya sea moral o económica". Pero los perjuicios de la contaminación han llegado también a los comerciantes y restauradores del barrio. Algunos de ellos han visto bajar de forma alarmante la presencia de visitantes en una zona que vive en buena parte de la restauración, dado su carácter de barrio marinero. Según Manuel Moscat, el índice de visitantes ha bajado "hasta el 60%" en algunos casos. El presidente de los vecinos de la Barceloneta también se mostró "supercontento" porque finalmente los focos de Legionella no se han detectado en la zona antigua del barrio como se temía en un principio. Por ello, hizo un llamamiento a los turistas y vecinos del resto de Barcelona para que "bajen" al barrio marinero de la ciudad.
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