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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Atención al paciente?

La pasada primavera pasé una revisión ginecológica en el Hospital Francesc de Borja de Gandia. Al tomarme una muestra para una citología me informaron de que el resultado lo recibiría por correo pero (a diferencia de otras veces) sólo en el caso de que ésta fuera positiva o se advirtiera en el examen alguna anomalía; que de no tener noticias debería interpretar que todo había ido bien.Mostré mi disconformidad con este sistema y me contestaron que eso era lo que había. Así que me dirigí al Servicio de Atención al Paciente y cursé una reclamación: ¿Cuánto tiempo habría de pasar para poder deducir que ya no habría carta y que mi salud estaba en orden? De no recibir noticias, ¿cómo podría saber si realmente todo había ido bien o si se habría perdido la carta? Aproveché para protestar también por una recomendación que se nos hacía a los pacientes en una de las hojas de citación (la de radiología) y que había tenido el poder de revolverme el estómago: que acudiéramos a las consultas "con las medidas higiénicas apropiadas". ¿Somos cerditos? ¿Estamos en el Tercer Mundo?

Como después de varios meses no había recibido respuesta a mis reclamaciones (ni la carta con el resultado de la citología), dirigí un escrito al consejero de Sanidad para hacerle saber de qué manera le funcionaba el hospital de Gandia. He de decir en este punto que no era ésta la primera vez que recurría al Servicio de Atención al Paciente y que, hasta ese momento, siempre me había dado resultados satisfactorios. Como mínimo me contestaban.

Estos días recibo la respuesta del director general para la Atención al Paciente. Me dice que el Hospital de Gandia sí me había contestado pero que consignaron mal mi dirección y por eso no me había llegado el escrito. Que me adjuntaban fotocopia. Fotocopia de la carta de respuesta, pensé yo. Pues no. Me adjuntaban fotocopia de mi propia reclamación a la que se le ha consignado la fecha de resolución. Esa era, al parecer, la prueba de que, efectivamente, me habían contestado: el 30 de junio. Pero yo seguía sin conocer la respuesta. Aunque me tranquilizó saber (me lo decía el director general) que ya recomendaría al centro que tuviesen en cuenta mi opinión. Y acababa aconsejándome amablemente (¿o era con sarcasmo?) que la próxima vez que tuviera un problema acudiese al Servicio de Atención al Paciente. ¿A dónde habría estado yo dirigiéndome desde mayo? Obsesionada por conocer el desenlace de mis dos reclamaciones, acabo de escribir de nuevo al Servicio de Atención al Paciente. Pero ya no estoy segura de si realmente trato de hacer uso de mis derechos o si estoy intentando ligarme al director general.-

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