Tangos zarzueleros
Dos autores del Carnaval de Cádiz preparan para 2002 una obra del género chico ambientada en la ciudad
Cada vez son más numerosos los autores de coplas del Carnaval de Cádiz que ensayan saltos hacia otras especialidades musicales. Impelidos por el trabajo y la experiencia de montar coros durante 20 años, Juan Antonio Lamas, un perito naval de 53 años, y Antonio Miranda, industrial de 56, han decidido recurrir al llamado género chico, y tienen elaborado ya el 80% del libreto y de las músicas de El gadita, una zarzuela ambientada en el Cádiz de los años cincuenta y que tiene ya fecha de estreno, en el Gran Teatro Falla, en 2002.El gadita es, sobre el papel, un concentrado de tópicos, puro zumo de las tradiciones y las costumbres populares de la ciudad. A partir de los amoríos de Antonio, un despabilado chico de pura cepa que se dedica al trapicheo con el tabaco, los autores narran el acontecer diario de la ciudad. A Antonio le aguardan dos amores: Carmela, en el barrio de la Viña; y Rosario, en Santa María, lo que recoge plenamente la idea de un tango de Antonio Martín para el coro La Plastilina.
La dualidad de barrios, uno exponente del flamenco y otro del Carnaval, permite a Lamas y Miranda introducirse en los patinillos y las azoteas, en las cocinas y las casapuertas. "Recogemos la realidad de una época en la que se hablaba de Franco por lo bajini, en la que los chavales se quejaban de la falta de trabajo y de la dureza del servicio militar. Hemos intentado recoger y plasmar todo lo que respiraba la sociedad gaditana de la época", explican los autores, cuyo coro Calle Nueva obtuvo el pasado año el tercer premio del concurso oficial de carnaval en el Teatro Falla.
La zarzuela se desarrolla en dos actos y seis cuadros, está escrita en prosa e incorpora cuartetos cómicos, romanzas, pasodobles y algo de carnaval, "aunque sólo unas pinceladas". Para interpretarla, se precisa un coro de 25 personas y seis solistas, entre ellos una mujer. Los cantantes saldrán de la coral Aires de mi Tierra, puesta en pie por el mismo coro en colaboración con el Ayuntamiento de Cádiz.
Lamas y Miranda ya han hecho los primeros contactos para que la instrumentación corra a cargo de la orquesta provincial Manuel de Falla, dirigida por José Luis López Aranda. Las partituras que está escribiendo Lamas prevén también la participación de una rondalla de pulso y púa.
El espíritu de la zarzuela El gadita, denominación que se aplica a los más recalcitrantes seguidores de las tradiciones y costumbres locales, responde con fidelidad al título: la pesca de caña, la estampa de la cofradía del Nazareno -regidor perpetuo de la ciudad- procesionando por la Plaza de Candelaria un jueves santo, el flamenco, los ensayos de agrupaciones de carnaval en los lavaderos, las peñas y las vecinas tostando café y eliminando las piedras de las lentejas conforman un cuadro "auténtico" de la realidad gaditana del medio siglo.
Lamas participa en aventuras musicales desde que tenía 15 años. Fue miembro de Los Cuervos y Los Shaders, en las décadas de los sesenta y los setenta; formó parte de Opinión, avanzados los ochenta y, entre otras cosas, creó el año pasado la coral Aires de mi Tierra.
"La verdad es que si te tiras 20 años montando coros de carnaval, afinando 45 voces, ingeniándotelas para que la idea y el atrezzo sean originales, pues tampoco cuesta tanto afrontar la zarzuela", dice. Lamas y Miranda, a la vez, ensayan ya para el Carnaval de 2001 con el coro El Balneario de la Palma y del Real. Los ensayos de El gadita comenzarán en julio. "Ahora estamos a caballo entre los tangos y la zarzuela", dicen.
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