Estados Unidos forzó la liquidación de la era de Fujimori en Perú
La presión de la Administración de Estados Unidos fue de vital importancia para impedir en Perú la continuidad del fujimorismo sin Alberto Fujimori. Fuentes consultadas por este diario confirman que la delegación norteamericana que llegó a Lima el lunes pasado, tras la dimisión de Fujimori anunciada en Tokio y enviada por valija diplomática, transmitió una señal inequívoca a los seguidores del ex mandatario de que Washington no apoyaría en ningún caso a un presidente que no fuera de consenso.
Peter Romero, secretario de Estado adjunto para América Latina, y Arturo Valenzuela, asistente especial del presidente Clinton y director de Asuntos Interamericanos, no perdieron el tiempo las 24 horas que estuvieron en la capital peruana. En las entrevistas que mantuvieron con el vicepresidente Ricardo Márquez, a quien por línea de sucesión constitucional le correspondía asumir la jefatura del Estado, con varios ministros y con dirigentes opositores, los emisarios de Bill Clinton plantearon las tres prioridades de Washington: un presidente provisional hasta las elecciones de abril que cuente con el respaldo de la oposición, suspensión de los ascensos de una treintena de generales y almirantes promovidos a última hora por la cúpula militar y mantenimiento de la Mesa de Diálogo que auspicia la Organización de Estados Americanos (OEA). Este último punto persigue mejorar la imagen del organismo hemisférico, que quedó maltrecha en las elecciones fraudulentas de este año que significaron la segunda reelección de Fujimori.La firmeza norteamericana frustró las expectativas de Márquez de convertirse en el presidente de la transición, que, sin duda, era la apuesta de Fujimori en Tokio y de sus seguidores en Perú. Varios intentos frustrados de convocar un Consejo de Ministros dieron paso al mensaje de tres páginas que Márquez leyó antes las cámaras de televisión el lunes por la noche, cuando la misión norteamericana todavía no había emprendido vuelo de regreso a Washington. El vicepresidente anunció la dimisión irrevocable "pensando en el Perú". El camino quedaba despejado para el recientemente elegido presidente del Congreso, Valentín Panigua, que sí tenía el respaldo de la oposición. El nuevo presidente ha recibido total apoyo de EE UU para que observe con detenimiento los ascensos militares firmados la semana pasada por Ricardo Márquez como presidente en funciones. El general retirado Rodolfo Robles afirmó que la lista de ascensos fue confeccionada por oficiales de la promoción de Vladimiro Montensinos, el ex asesor presidencial buscado por la justicia.
Paniagua se dispone no sólo a dejar sin efecto tales ascensos, sino que en las próximas semanas procederá a una minuciosa revisión de la escala de ascensos y algunos pases a retiro de oficiales que fueron apartados. "Tendremos que actuar con justicia para poner en primera línea a quienes mantuvieron el valor y la moral, porque el hecho de que algunos generales no tuvieran una actitud ética no niega que haya habido quienes sí la mantuvieron", declaró el nuevo primer ministro, Javier Pérez de Cuéllar.
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