El Gobierno vasco y el PNV salen a la calle para mostrar su repulsa

Miles de vascos se concentraron ayer a mediodía ante los edificios institucionales de la comunidad autónoma para mostrar su repulsa y condena por el asesinato de Ernest Lluch. A primeras horas de la noche, miles de personas volvieron a manifestarse en silencio por las calles del País Vasco. En Bilbao, a las puertas de la sede central del Partido Nacionalista Vasco, estuvieron presentes los principales dirigentes de este partido, con su presidente, Xabier Arzalluz, a la cabeza. En la escalinata del Ayuntamiento de la capital vizcaína se reunieron los dirigentes del PSE-EE y del PP, Nicolás Redondo Terreros y Carlos Iturgaiz, respectivamente, así como el alcalde de la ciudad, Iñaki Azkuna (PNV).En Vitoria, varios cientos de personas acompañaron al lehendakari, Juan José Ibarretxe, y a miembros del Ejecutivo vasco. Trabajadores de Radio Euskadi, emisora donde colaboraba Lluch, mantuvieron unos minutos de silencio. En San Sebastián, frente a la sede de la Diputación Foral, se congregaron cientos de ciudadanos, incluidos concejales de todos los partidos políticos, salvo de EH.

Actos similares se desarrollaron frente a numerosos Ayuntamientos guipuzcoanos, entre ellos el de Irún, donde las personas concentradas protestaron también con su presencia por el atentado del pasado martes contra el cuartel de la Guardia Civil de la citada localidad. En esta población se desarrolló asimismo otra concentración, de unos 300 alumnos y profesores del colegio de La Salle, junto a cuyo patio impactó una de las granadas lanzadas por la organización terrorista contra el acuartelamiento del instituto armado.

En la Plaza de la Villa de Madrid, donde se encuentra la sede del Ayuntamiento, funcionarios y ciudadanos guardaron un minuto de silencio. También se produjeron concentraciones en Sevilla, Badajoz, Valencia, Logroño, Zaragoza, Murcia, en las principales ciudades gallegas, así como en Canarias y Baleares. El Movimiento contra la Intolerancia también emplazó a los ciudadanos a manifestarse silenciosamente en la tarde de ayer.

Una sala para el ex rector

En Cantabria, alrededor de 4.000 personas secundaron el paro silencioso en la Universidad, y el alcalde de Santander, Gonzalo Piñeiro, propuso que una de las salas del Palacio de la Magdalena, sede la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, lleve el nombre de Ernest Lluch, rector durante varios años de esta institución.Asimismo, estudiantes y profesores de todas la universidades de España interrumpieron las clases durante varios minutos y se concentraron a las puertas de los centros docentes para manifestar su rechazo al terrorismo. El paro fue convocado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), cuyo presidente, Saturnino de la Plaza, junto a su equipo, se reunió en las puertas de la Universidad Politécnica de Madrid.