_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

De plata

Parece que fueron ayer los décimos aniversarios, pero lo cierto es que han transcurrido ya cinco lustros de casi todo. El cuarto de siglo es una cifra plateada, de importancia convencional básica, más llevadera y asequible que el oro, aunque los augures sobre el alargamiento de la existencia anuncian ya que algunos cruzarán las fronteras del platino, temo que algo derrengados. Hace 25 años que teníamos 25, o casi. Y si al soplar los 40 adquirimos la certeza de las muchas cosas que ya nunca podríamos hacer, es en las postrimerías de esta década, más cerca de los 50, cuando el transcurrir del tiempo, tramposo, parece sufrir un acelerón geométrico. Amigos chistosos, sospecho que para conjurar la angustia, bromean sobre la edad de los metales, o insisten en contar cuarenta y diez, y otras añagazas. Pero ya estamos en las primeras mamografías y las primeras prostatitis, por no hablar de los primeros nietos. Los peluqueros nos trabajan menos (con las tijeras), y los dermatólogos y los reumatólogos, mucho más. Los vendedores de planes de pensiones empiezan a ser atendidos.25 años es una generación. Y sin duda los nuestros fueron algo especiales, como hoy nos recuerdan publicaciones y programas conmemorativos. Interesantes en lo colectivo y cruciales en lo personal. "Eramos unos niños" evocamos ante el álbum, pero fue la época de las decisiones que nos marcaron para siempre: el primer trabajo, el primer matrimonio, quizá el primer hijo... Los de entonces hemos ido trazando diversos itinerarios vitales, aunque nos reconocemos en los semáforos. Demasiado jóvenes todavía para obsesionarnos con las esquelas. Demasiado viejos para no contar ya, entre nuestras filas, con un buen puñado de bajas prematuras: quienes se empotraron bajo un camión, cayeron fulminados por el desgarro definitivo, destruidos por un cáncer o desarmados por el virus. O quienes hicieron mutis por el foro. Claro que recordamos (y algunos con más motivo) lo que estábamos haciendo hace 25 años. Entonces pensábamos que era lindo vivirlo. Y hoy añadimos que es una suerte poderlo contar. Y poderlo celebrar.

(Pepa García: siempre te añoraremos)

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_