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Presuntos Implicados muestran su nuevo sonido latino en Pamplona y el Kursaal

Una carrera musical de 17 años da para mucho. Da incluso para ejecutar golpes de timón que aporten variedad a una obra global y evidencien la amplitud de registros de una banda. Y eso es lo que han hecho Presuntos Implicados en su último elepé, un trabajo titulado Versión original en el que abrazan sonidos latinos y cuya gira de presentación recala hoy (20.30) en el Teatro Gayarre de Pamplona y mañana (también a las 20.30) en el Kursaal de San Sebastián.

La octava entrega del trío de Yecla (Murcia) incluye tres temas originales y diez adaptaciones de otras tantas piezas del cancionero popular suramericano. El álbum se grabó el pasado año en Valencia, Madrid, Río de Janeiro, México D.F. y Miami, y cuenta con colaboraciones de Armando Manzanero, Milton Nascimento y Pancho Céspedes.Mostrar su cara más latina le ha permitido al grupo triunfar en países como México y no ha amilanado a los viejos seguidores de una propuesta que desde un principio se manifestó como un crisol en cuyo interior se observan retazos de pop, soul, jazz y funk.

De hecho, Presuntos Implicados comenzaron en 1983 sin poder disimular la influencia del funk, género que recreaban con una formación de 11 músicos que incluía una sección de viento y dos percusionistas. Por aquel entonces reconocían la influencia de bandas como Earth, Wind and Fire, Kool & the Gang o Talking Heads, y ganaron un concurso de Radio Nacional de España, pero pusieron fin a la aventura cuando aún no había pasado un año.

Presuntos Implicados pasó en 1984 a ser el nombre del proyecto musical de Pablo Gómez y de los hermanos Sole y Juan Luis Giménez. Ahora el bajista que acompaña a los hermanos es Nacho Mañó, pero el trío no se ha desprendido de la aureola de conjunto elegante que siempre le ha acompañado, aunque sus miembros aseguran que ésa tampoco es una de sus intenciones.

"El sonido de Presuntos nunca ha pretendido ser elegante, pero hacemos la música que nos sale. Somos tres personas con un carácter muy fuerte y hemos aprendido a tolerarnos: cuando cada uno tira hacia un sitio, el sonido que se consigue es el de Presuntos Implicados", afirma Juan Luis Giménez antes de aludir al espíritu de su creación. "Siempre vamos a la esencia de las cosas y casi nunca usamos procesadores. Si queremos un piano ponemos un piano sin samplear, y el resultado es nuestra sonoridad".

Una trayectoria de más de tres lustros da incluso para que los componentes del trío hayan hecho sus pinitos en solitario. Juan Luis Giménez publicó en 1999 Historias de un acompañante, en el que él tocaba la mayoría de los instrumentos. Anteriormente, había tenido un grupo paralelo llamado Woodoo Child y había producido trabajos de otras formaciones.

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