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La piqueta amenaza parte del matadero

Antonio Jiménez Barca

La comisión municipal de Urbanismo examinará hoy un expediente que propone la descatalogación de varios de los edificios que componen el antiguo matadero de Arganzuela. Todos estos edificios perderán el grado de protección del que gozan actualmente. Los inmuebles afectados por este expediente son el antiguo mercado de frutas y verduras (en la plaza de Legazpi), una de las naves centrales del matadero y una decena de edificios menores anexos. Todos ellos quedarán, a partir del próximo pleno, sin la protección urbanística que hasta ahora les salvaba de la piqueta. Los responsables del urbanismo de la ciudad tienen previsto convertir el viejo matadero de la Arganzuela en un centro de ocio. Para eso, durante varios años, se han invertido más de 700 millones de pesetas en ir adecentando las fachadas y los tejados de algunas de las naves más antiguas. La que quedará sin protección, y probablemente se derribe, es de construcción posterior.

El antiguo mercado de frutas y verduras aloja en la actualidad algunas dependencias municipales: el Samur, sindicatos del Ayuntamiento.... Aunque no se derribe, todas estas dependencias se trasladarán, ya que el viejo mercado queda dentro del ámbito de actuación urbanística del matadero.

Matilde Fernández, portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento, no ve con muy buenos ojos la descatalogación de estas construcciones: "Desproteger, ¿para qué? Puede que estos edificios no sean muy importantes desde el punto de vista arquitectónico, pero en todos ellos se lee la historia de la ciudad. Si presentaran un proyecto consensuado para el matadero, en el que se intentaran paliar las necesidades del barrio, aún lo podríamos entender. Pero esto, lamentablemente, no es así", añadió la concejal del PSOE.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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