Toledo exige al presidente que regrese a Perú y descarta la posibilidad de un golpe de Estado
El líder opositor peruano, Alejandro Toledo, descartó anoche cualquier posibilidad de intervención militar en Perú tras el anuncio de la dimisión del presidente, Alberto Fujimori. "Rotundamente, no", declaró nada más aterrizar en Madrid. Toledo no ocultó su alegría por la renuncia de su máximo enemigo político. "Es una victoria de las fuerzas democráticas", declaró. No obstante, se mostró contrario a que Fujimori pida asilo en Japón y le exigió regresar a Perú "para que dé explicaciones". El líder opositor es partidario de formar un Gobierno de unidad nacional para salir de la crisis.
Toledo canceló ayer la gira que efectuaba por varios países de Europa -estaba previsto que permaneciese en España desde hoy al miércoles próximo- para regresar rápidamente a Perú. Nada más confirmarse la dimisión de Fujimori, Toledo se dirigió desde Toulouse (Francia) directamente hacia Madrid, adonde llegó pasadas las ocho de la tarde. Poco después declaró a EL PAÍS que las probabilidades de que se produzca alguna aventura militar son muy remotas. "A estas alturas del partido, las Fuerzas Armadas tienen claro su papel. De hecho, el Comando Central de las Fuerzas Armadas ha anunciado que obedecerá al poder civil". No obstante, Toledo reconoció que "necesitamos reiniciar una nueva relación con el Ejército"."Todavía queda un largo camino para asegurar que el 8 de abril haya unas elecciones justas y transparentes. Eso dependerá de quién asuma la presidencia transitoriamente", opinó Toledo. Este asunto es fundamental para la oposición. Según anunció ayer el primer ministro peruano, Francisco Salas, debería ser el vicepresidente segundo, Ricardo Márquez, el que ocupe la jefatura del Estado hasta el próximo 28 de julio, fecha en la que ocupará el poder el ganador de las elecciones. "Debe ser Valentín Paniagua, presidente del Congreso", subrayó ayer Toledo. Paniagua preside el Congreso desde la semana pasada cuando la oposición se hizo con el control de la Cámara. Toledo dijo que tanto Tudela [Francisco Tudela, vicepresidente primero] como Márquez, al igual que Fujimori, fueron elegidos en un proceso electoral fraudulento. "Ninguno de ellos tiene legitimidad moral para liderar el proceso [de transición] hasta las elecciones".
El líder de Perú Posible afirmó que regresa a Perú con la misión de reconstruir las instituciones democráticas, especialmente la estructura jurídica. "El sistema financiero peruano se encuentra en una situación muy difícil y para estabilizarlo hay que restituir la institucionalidad democrática", agregó. Toledo se reunirá hoy en Madrid con un grupo de empresarios españoles para garantizarles que las inversiones en Perú "estrarán seguras" con él en el poder. Toledo confirmó anoche que no podrá reunirse con el presidente del Gobierno español, José María Aznar, ni con representantes de otros partidos políticos antes de regresar, hoy al mediodía, a Lima.
Toledo pidió serenidad a los peruanos en estos momentos y se mostró partidario de que, tras las elecciones presidenciales del próximo mes de abril, se forme un gobierno "de unidad nacional".
La visita cancelada ayer por el equipo de Toledo estaba encuadrada en la amplia gira que ha llevado al líder opositor peruano desde EE UU a Francia, pasando por Argentina, Chile o Brasil, y que ha tenido por objeto tanto recabar apoyos internacionales en su lucha contra el régimen de Fujimori como dar a conocer su programa de política internacional que se había mostrado excesivamente dependiente de Washington.
Investigación
El líder de Perú Posible no se mostró preocupado por el paradero del ex jefe de los servicios secretos peruanos, y hombre fuerte del régimen de Fujimori, Vladimiro Montesinos. Toledo admitió ayer la hipótesis de que el hombre hasta hace poco más temido de Perú pueda estar muerto. "Habrá que investigarlo", señaló. A continuación calificó a Fujimori y Montesinos como "las dos caras de la misma moneda". Según Toledo, es necesario investigar las relaciones de Montesinos con el narcotráfico y el tráfico de armas, así como determinar su paradero porque "Perú necesita explicaciones". Ha sido precisamente la caída de Montesinos la que ha terminado de precipitar la crisis peruana. El escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa calificó ayer de "muy grato ver que la dictadura" representada por Fujimoi "ya no está" y se mostró favorable a que las elecciones generales sean adelantadas. "El país necesita entrar dentro de un orden constitucional, democrático, de una vez por todas", señaló Vargas Llosa. Enfatizó asimismo que la oposición debe tener un denominador común y que, a su juicio, el candidato idóneo sería Toledo, quien fue rival de Fujimori en las elecciones de mayo pasado, a las que no acudió tras denunciar un fraude. El escritor consideró "un disparate" que la oposición se divida porque "lo que queda del fujimorismo hará lo posible para enemistarlas y tratar de crear confusión".
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